Volver a reunirnos

Carlos A. Dumois
08 enero 2022

No podemos dejar pasar la enorme oportunidad que representa el poder volver a la presencialidad.

Esta pandemia no parece tener fin. Ahora la variante Omicron genera más nuevos casos que nunca. Muchos viajeros están cancelando sus planes por temor al contagio, aunque los riesgos de salud ahora son menores.

Muchos hemos preferido continuar con nuestras actividades a pesar de los riesgos. Ha llegado la hora de volver a reunirnos. Pero esta vez las reuniones han de tener un significado más amplio.

Después de tanto tiempo de comunicarnos fundamentalmente por medios virtuales, la presencialidad es ahora más valorada que nunca. Tener otra vez la oportunidad de hacer contacto físico con nuestros familiares, colegas, colaboradores y clientes, es maravilloso.

Muchos ámbitos son los que se han beneficiado enormemente con las reuniones virtuales. Pero tampoco podemos decir que lo virtual tiene la posibilidad de suplir plenamente a lo presencial en todos los casos.

En nuestra esfera de las reuniones de negocios, ¿qué se ha perdido al no poder hacerlas presencialmente?

Comunicación no verbal. Hace tiempo que hemos aprendido a leer lo que otros nos expresan con sus gestos y posturas, su apariencia y sus miradas, los movimientos de sus extremidades. Esto nos ha permitido identificar lo que sienten las otras personas, y analizar sus emociones a través de su expresión corporal.

Esta parte tan trascendente de la comunicación, en su mayor parte, no hemos podido aprovecharla a través de la cámara. Todavía nuestros sistemas se quedan muy cortos como para poder expresarnos en estos términos. Ya veremos si con el metaverso encontraremos formas más poderosas de comunicación que lo que hoy nos ofrece el internet.

Mantener la atención. Si en persona nos es fácil distraernos, y tenemos que hacer esfuerzos para mantener interesados a nuestros interlocutores, pues ya hemos vivido lo corta que es la capacidad de concentración cuando estamos conectados virtualmente.

Lograr que las otras personas nos hagan caso y no se desenfoquen con otros asuntos es verdaderamente retador cuando nos reunimos a través de la cámara. Son muchas las distracciones que pueden atraer su interés.

Siempre pensamos que podemos darle seguimiento a los temas que están viendo en la reunión, y a la vez hacer muchas otras cosas. El resultado de todo esto es que tenemos que hacer reuniones más monotemáticas, más cortas y con menor calidad de atención.

Sin fallos ni limitaciones técnicas. La fluidez de muchas reuniones las hemos entorpecido con caídas del internet, con pobre amplìtud de señal, con errores humanos en el manejo de las herramientas. En físico estos obstáculos no son tan serios y asegurar esa fluidez es más sencillo.

Poder mirarnos a los ojos. Todo lo que podemos percibir cuando decidimos clavar nuestra mirada en los ojos de otra persona es difícil de medir. Lo que podemos captar y expresar con los ojos es infinito. ¿Cómo podemos substituir esas percepciones? Lo que logramos captar mirando a los ojos a través del Zoom, del Meet o del Teams es realmente pobre.

Otras fuentes de información. Cuando estamos en presencia de otras personas también recibimos mucha información sobre el ambiente, los lugares de reunión, las otras personas que puede haber ahí, lo que vemos en libreros, escritorios, portafolios, mesas, paredes, etc.

Lo que aparece en la cámara es lo que cada persona decide que aparezca. No hay visión periférica, no podemos voltear hacia otros lados. Solo vemos la cara de las personas, o la información que se esté compartiendo. Esto es muy limitado.

Pues ahora, a pesar de la Ómicron, muchas organizaciones en el mundo estamos reanudando nuestras reuniones presenciales. Tenemos que aprovechar las pocas veces que podremos hacerlo de aquí en adelante.

No podemos perdernos todo eso que hoy describo: la comunicación no verbal, mantener la atención, reuniones fluidas y amenas; hablar con la mirada y aprovechar otras fuentes de comunicación.

Sería imperdonable que podamos volver a reunirnos sin mejorar sensiblemente nuestra calidad de intercambio.

Carlos A. Dumois es Presidente y Socio Fundador de CEDEM.

*“Dueñez®” es una marca registrada por Carlos A. Dumois.