Profesor, no vivas en un mundo de papel
"Tradicionalmente, los exámenes son una parte importante de la gestión académica; es tiempo de buscar nuevas herramientas para aplicarlos"
Los docentes vivimos en un mundo de papel. Algunos papiros son preciados por nosotros, nuestros libros, silenciosos aliados de las más feroces batallas contra la ignorancia. Otros escritos, más atemporales, entran y salen de nuestras casas, se apoderan de la mesa del comedor; forman columnas muy laboriosas de derribar como son los cúmulos de trabajos y exámenes por revisar y calificar.
Tradicionalmente, los exámenes son una parte importante de la gestión académica, al menos dos veces (parcial y final) por asignatura durante un ciclo escolar. Tarea que requiere una fuerte inversión de tiempo en siete momentos: elaboración de los reactivos, edición de la prueba, reproducción de las pruebas, realimentación a los estudiantes.
Tiempo que trasforma el proceso de la evaluación formativa en una actividad administrativa o calificativa, más que educativa. Aunque la mayoría de los maestros desean que la evaluación sea principalmente formativa, son varios los aspectos que impiden implementarla así; como son el gran tamaño del grupo, de 28 a 50 estudiantes según la OCDE; la cantidad excesiva de actividades administrativas extra clase (juntas con padres y administrativos, festivales, kermeses, etcétera).
No es de asombrar que los maestros mexicanos trabajen más que sus compañeros de profesión en otros países. Por ejemplo, los profesores de primaria en México, según datos de la OCDE de 2010, pasan 800 horas al año en las aulas durante 42 semanas por año; en comparación con el promedio calculado para los países miembros de la OCDE de 762 horas al año, en 38 semanas de clases.
En conclusión, los maestros mexicanos están agotados; ellos llevan gran parte del trabajo de evaluación y calificación a su casa.
Situación que nos invita a explorar opciones de evaluación formativas, que al mismo tiempo faciliten al docente el proceso administrativo. Una alternativa la ofrece las herramientas de comunicación mediada por computadora o por dispositivos móviles, como es ThatQuiz. Herramienta virtual que permite elaborar exámenes digitales, con el potencial de eliminar las barreras espacio temporales del salón de clases. El alumnado puede trabajar desde cualquier lugar donde haya una computadora fija, laptop o dispositivo móvil conectado a Internet. Mientras, por otro lado, el profesor recibe en tiempo real las estadísticas del proceso y los resultados del grupo, con todo tipo de detalle, de manera gratuita y exportable en formato Excel.
El profesor puede programar ejercicios altamente configurables; él elige las opciones: cantidad de preguntas (largo), nivel de dificultad, calificación de cada reactivo, duración y tipo de prueba (de opción múltiple, relación de columnas o identificación de las partes de una imagen). Las preguntas o reactivos son posibles de presentarse azarosamente al estudiante; lo que da lugar en un proceso personalizado. Una vez concluido el ejercicio, la herramienta inmediatamente ofrece al discente el número de aciertos, calificación y la realimentación de los errores; y al docente el banco de calificaciones se puede exportar en un documento Excel. Lo que facilita emitir reportes escolares y dar seguimiento a los estudiantes individual y colectivamente.
Una de las bondades de esta herramienta es su sencillez, una página web con sólo textos e imágenes, sin video; por lo que se despliega fácilmente en cualquier dispositivo móvil, ya sea celular o tableta digital. Y con esto, puede ser utilizada presencialmente en la clase como si fuera un examen impreso en papel; pero con la comodidad de ser personalizado para cada alumno y calificado en tiempo real.
El Centro de Investigación e Innovación Educativa del Sistema Educativo Valladolid capacitó a algunos docentes para utilizar la herramienta. El profesor estrella, quien logró dominar con excelencia la herramienta, aplicó ocho exámenes virtuales (tres parciales y un semestral) a dos grupos, con un total de 70 alumnos durante un semestre. Lo que significa que ahorró el trabajo de reproducción, evaluación, calificación, reporte y realimentación a los estudiantes de 560 exámenes aplicados. Asegura haber disminuido 20 horas de trabajo; el que anteriormente calculaba en 24 horas por examen. Él estima haber ahorrado 160 horas en ese semestre.
Además, se aplicó un examen informatizado con la ayuda de los propios celulares de los estudiantes a 70 jóvenes; a quienes se les preguntó cómo se sentían antes y después del examen. Los resultados permitieron identificar las siguientes recomendaciones.
Antes de iniciar con esta modalidad, el profesor debe asegurarse que cuenta con el equipamiento necesario.
Es importante aplicar un examen piloto para disminuir la ansiedad que provoca en los estudiantes una nueva modalidad de evaluación.
Se debe recordar a los estudiantes antes del examen que no podrán verificar o corregir las respuestas que ofrezcan a cada pregunta, por lo que deben leer dos o tres veces cada reactivo y las posibles alternativas antes de seleccionar la que consideran es la correcta. Además, que el reloj que aparece en la pantalla es simplemente un componente de la herramienta, no una mediada de evaluación, y que el tiempo para contestar el examen es el indicado por el profesor previo al inicio del mismo.
Después de concluir el examen, es necesario solicitar a sus estudiantes una impresión de pantalla, con la finalidad de que ellos tengan una evidencia de su calificación y preguntas contestadas incorrectamente.
Finalmente, la recomendación a los docentes es darse el tiempo para conocer la herramienta, hacer varios tipos de exámenes, experimentar con ellos mismos y verificar cómo se despliegan en diferentes dispositivos: computadora, tableta y celular. También conocer las diferentes maneras de administración: directo en la página de la herramienta por medio de una contraseña o por medio de correo electrónico.
Si eres profesor inténtalo y no vivas en un mundo de papel; o mejor dime, ¿tú qué harías con 20 horas libres? Si tienes dudas o requieres asesoría, acércate a nosotros, somos el Centro de Investigación e Innovación Educativa del Sistema Educativo Valladolid.
La autora es Bióloga, UNAM; Maestra en Educación con Campo en la Educación Ambiental, UPN; Especialista en entornos virtuales de aprendizaje, Virtual Educa, OCED; Doctora en Tecnología Avanzada para la Educación; Instituto Las Américas de Nayarit. Profesora de Licenciatura (Escuela Normal Experimental del Fuerte extensión Mazatlán) y Maestría (TecMilenio Campus Mazatlán). Investigadora Titular del Centro de Investigación e Innovación Educativa del Sistema Educativo Valladolid. Escritora de artículos de investigación científicos y de divulgación, escritora de cuentos infantiles. Profesora, expositora y facilitadora de cursos, talleres, seminarios y conferencias en las áreas de: tecnología educativa, divulgación de la ciencia, educación ambiental y promoción a la lectura.
María Isabel Ramírez, isabel.ramirez@sistemavalladolid.com