Adiós a la solemnidad: bienvenidos diputados con sombreros, mochilas, tenis, mezclilla…

José Alfredo Beltrán
21 octubre 2018

"En la 63 Legislatura se rompen los “protocolos”, las “formalidades”, y se da paso a hombres que rechazan la ropa formal, “de marca” y mujeres sin maquillaje…"

 CULIACÁN.- Bienvenidos esos sombreros, paños, pañoletas, mochilas, chanclas, jeans, playeras, que le dicen adiós a la solemnidad en esta “casa del pueblo”.

 Si algo distingue a la 63 Legislatura de Sinaloa, que inició funciones el primero de noviembre, la de la “era Morena”, es que el protocolo, las “formas”, la investidura, empieza a diluirse, para dar paso a hombres que rechazan usar ropa de marca… o mujeres sin maquillaje.

 Dominada por primera vez en la historia por un partido distinto al PRI, por las curules del recinto parlamentario se asoman escenas inéditas.

 Como la de Fernando Mascareño, que en la sesión del jueves 18 da un paseo por las curules a los compañeros de su sindicato, el STASE, y a su padrino, Germán Peralta, a quien incluso sienta en su silla, para que disfrute por momentos qué se siente el ser diputado.

 Ex priista, que llegó a la Cámara local por el PES, pero terminó en la bancada de Morena, explica así el fin a los protocolos.

 “Bien dice Morena, es la gente que nos da la fuerza, el voto, este es el recinto del ciudadano, de la gente del pueblo”, explica.

 

Otros prefieren usar su sombrero, y algunos sus paños, en vez de trajes, corbatas o camisas y pantalones “de vestir”. Son los casos de Faustino Hernández, del PRI; Ocadio García Espinoza y Florentino Vizcarra Flores, de Morena.

 Ocadio y Faustino no se separan nunca de sus sombreros, ni en las curules ni para subir a tribuna.

 “Es la vestimenta del campo”, defiende Ocadio, con 20 años liderando grupos campesinos. ¿Y el traje? El traje sólo lo dejará para los actos solemnes, dice. No más.

 Y hay que advertir que en ningún lado de la Ley Orgánica del Congreso del Estado prohíbe el uso de este tipo de prendas. En efecto, el “no usar sombreros” no es algo que esté escrito en una norma interna, pero fue por costumbre, por “cuidar la investidura”, “el respeto”, que anteriores diputados ligados al sector rural, optaban por guardarlos en sus oficinas al asistir al pleno.

 

No así el priista Cecilio Gámez Portillo, Diputado suplente por Ahome, quien fue el primero en “rebelarse” en dejar de usarlo, en la pasada 62 Legislatura.

 Eso sí, aseguran todos, sólo lo guardarán en sesiones solemnes, cuando rinden honores a la bandera.

 Y quien hasta la mochila cuelga en su curul es la pesista Karla Montero Alatorre, quien desde el primer día ha marcado la raya de Morena.

 La arquitecta se ha negado a enfundarse en trajes sastre, o ataviarse con accesorios, bolsas o zapatillas. Prefiere, confiesa, seguir siendo como es: pueblo.

 Incluso, durante algunas sesiones bromea con correligionarios, de extracción morenista, que empiezan a presentarse “más formales”.

 “¡Ay, Pedrito, ¿ya te fuiste a encharcar a la Coppel?!”, le dice al joven Diputado Pedro Lobo, mientras algunos de los que presencian el momento sueltan una carcajada…