Campesinos de Sinaloa acusan colapso de precios y exigen garantías reales para el maíz

Belem Angulo
28 noviembre 2025

Organización responde a Minsa y advierten que la reforma aprobada no servirá si no asegura rentabilidad

La Coordinación Organizadora de la Unidad Campesina en Sinaloa advirtió que el desplome del precio del maíz mantiene a miles de productores vendiendo por debajo de sus costos y en riesgo de quiebra, pese al reciente posicionamiento de la empresa Minsa, que negó cualquier papel en la formación del precio del grano.

Agustín Espinoza Laguna, secretario general de la organización, señaló que el debate ya no gira en torno a quién fija el precio, sino a quién asume la responsabilidad de pagar un valor que cubra los gastos de producción.

Aunque Minsa asegura representar apenas 1 por ciento del consumo nacional, el dirigente recordó que los agricultores continúan atrapados en un mercado donde los ingresos no compensan ni siquiera la inversión básica.

Subrayó que el precio final del maíz no responde únicamente al comportamiento internacional, sino también a la presión que ejercen harineras, pecuarios, molineros y comercializadores, quienes empujan la cotización a la baja mientras el productor absorbe todas las pérdidas.

La COUC insistió en la necesidad de un esquema que garantice el pago del costo de producción más un 30 por ciento de utilidad, al considerar que la propuesta federal que solo cubriría la mitad de la producción mediante precios de garantía resulta insuficiente ante la crisis actual.

Aunque Espinoza Laguna reconoció como positivo que Minsa compre maíz nacional, advirtió que ningún incentivo por tonelada compensa una caída de mercado superior a los 3 mil pesos.

Señaló que la estructura de precios sigue desequilibrada y que los apoyos aislados no restituyen el deterioro en el ingreso agrícola.

El dirigente destacó que la reforma aprobada recientemente en la Cámara de Diputados representa un avance importante; sin embargo, advirtió que su impacto será nulo si los precios garantizados no cubren realmente los costos ni garantizan una utilidad digna, convirtiéndose solo en un programa decorativo.

Frente al diseño del Sistema Mexicano de Ordenamiento de Mercado, COUC pidió que las mesas de trabajo aseguren participación vinculante y mayoritaria para los productores, evitando que la industria capture el proceso y mantenga la dependencia de los precios internacionales.