Capirotada, un postre típico de Cuaresma con gran significado religioso
Amada y añorada por ateos y religiosos, la capirotada es uno de los postres más representativos de la Cuaresma
Llegó la cuaresma y con ello la capirotada, el postre más tradicional de la temporada por el alto significado religioso que conlleva.
La base del postre, el pan tostado o añejado (de manera natural) representa el cuerpo de Jesucristo, el aguamiel con que se humedece el pan significa la sangre derramada, mientras que la canela y el clavo de olor (con los que se prepara el aguamiel) representan la cruz y los clavos con los que fue crucificado.
Además de estos ingredientes esenciales, hay otros que varían según la región donde se elabora, las pasas, cacahuetes, plátano o el queso son elementos secundarios que pueden o no incluirse sin modificar el resultado.
La clave es hornear el postre en una olla de barro en las brazas, al carbón o a fuego bajo durante horas, para que se integren y se fundan los olores y sabores.
Desde el pasado miércoles de ceniza este postre tradicional empezó a ofrecerse en cocinas económicas y puestos ambulantes del centro de Culiacán.
Aunque la tradición marca que el consumo de este alimento son los viernes de cuaresma, hay quienes venden toda la temporada.
Es el caso de doña Imelda Aguilar López, quien desde hace varios años vende capirotada en el Mercado Garmendia.
La elaboración no es sencilla, “tiene su chiste”, dice, son muchos ingredientes que se miden con cuidado, el proceso toma su tiempo y requiere atención.
Doña Imelda prepara la capirotada en la tarde y la deja hornear durante la noche, a la mañana siguiente ya está lista para servir y venderse en pequeñas porciones.
“Se hace en la noche y ahí se deja, a las 11 de la noche la metemos al horno y a las seis de la mañana la sacamos”, explicó doña Imelda.
“La gente me dice que está muy buena y eso me motiva a seguir haciendo”, agregó.
A sus 76 años de edad continua con la tradición familiar de elaborar capirotada, actualmente su hija y su nieta también ayudan en la venta y producción de capirotada, haciendo de esta actividad una tradición de varias generaciones.
“Me enseñé viendo a mi madre, a mis tías, ahora ya estoy enseñando a mi nieta también, es una tradición de varias generaciones”, afirmó Imelda Aguilar López.