Desde hace 10 años, Omar sube de rodillas al templo La Lomita en Culiacán por fervor a la Virgen
Originario de Tlaxcala, Omar es padre de dos menores y cada vez que sale de su casa dejando a su familia, se encomienda a Dios y la Virgen de Guadalupe para que los proteja y los llene de salud
CULIACÁN._ Omar Bonilla es un fiel creyente de la Virgen de Guadalupe, desde niño sus padres le inculcaron el amor y respeto por la Guadalupana.
Desde hace 10 años asiste al templo Nuestra Señora de Guadalupe, mejor conocido como La Lomita, a dar gracias a la Madre de Dios por la salud y bendiciones que le ha dado a su familia.
Como otros feligreses, también sube los 144 escalones del santuario de rodillas, como acto de fe y pago de una manda.
Originario de Tlaxcala, se dedica a la construcción y por razones de trabajo los últimos meses del año los pasa en Culiacán, estar lejos de su tierra no le impide continuar con la tradición de venerar a la Virgen de Guadalupe y cantarle las mañanitas en su aniversario.
Es padre de dos menores y cada vez que sale de su casa dejando a su familia, se encomienda a Dios y la Virgen de Guadalupe para que los proteja y los llene de salud, razón por la que se encuentra muy agradecido y decide pagarle por tantas bendiciones subiendo de rodillas al recinto religioso.
“Soy católicos, venero mucho a la Virgen, a San Juditas, yo me encomiendo a todos los santos para pedirles por mi familia”, dijo Omar, devoto de la Virgen de Guadalupe.
“Cuando yo vine a trabajar me encomendé a la Virgen de Guadalupe para que me facilitara la búsqueda de trabajo, le pedí que cuidara mucho a mi familia, que no les pasara nada”, explicó.
Agradecido por cumplir un año más con su objetivo de venerar y cantar las mañanitas a la Virgen de Guadalupe, se retira del templo con el corazón contento y la promesa de volver a realizar el ritual el próximo año.