Disminuye México en el ranking de seguridad alimentaria

Miguel Ángel Delgado
18 abril 2021

La unidad de inteligencia de la revista Economist por encargo de Corteva Agriscience de DowDupont, presentó el resultado de la novena edición de su índice global de seguridad alimentaria 2020, en el cual por segundo año consecutivo destacó un retroceso en este tema a nivel mundial, después de reportar mejoras de 2012 a 2018.

La pandemia puso de manifiesto la necesidad de examinar los factores que influyen en la seguridad alimentaria e identificar los aspectos que se necesitan modificar para reducir la inseguridad alimentaria en los países, especialmente en tiempos de crisis como los que se vivieron en 2020.

El índice brinda una calificación de 0 a 100, tomando en cuenta 59 indicadores cuantitativos y cualitativos que afectan la seguridad alimentaria de 113 naciones, y los clasifica en 4 categorías: la accesibilidad (precio), disponibilidad (alimentos en el mercado), calidad, y los recursos naturales y resiliencia, que mide la exposición a los shocks climáticos, calidad de la tierra y el agua, estrés poblacional, y el compromiso del gobierno para hacer frente a los impactos del cambio climático en la agricultura.

El COVID-19 tuvo un gran impacto en la forma en que los países buscaron satisfacer las necesidades alimentarias, sanitarias y económicas de sus poblaciones. La baja en los ingresos y las alteraciones de la cadena de suministros por las restricciones logísticas y de movimientos que causó la pandemia, aunado a la desigualdad económica, social y medio ambiental ocasionaron un retroceso en el progreso alcanzado en la lucha para eliminar el hambre y la malnutrición.

Además, los efectos del cambio climático como la falta de precipitación, el aumento de las temperaturas, inundaciones y fenómenos extremos, representaron una fuerte amenaza a la seguridad alimentaria.

Esto es una de las justificaciones por la cual incluyeron la categoría de recursos naturales y resiliencia en la calificación del índice, que mostró un compromiso limitado de los países para encarar la vulnerabilidad de la agricultura ante los cambios climáticos y la gestión oportuna de los recursos naturales, ya que de las 113 naciones la mayoría obtuvo una puntuación de 0 en este indicador.

Sin embargo, existen muchos países que se están preparando y priorizando este tema. China, Israel y el Reino Unido están dando prioridad al desarrollo sostenible, a través de inversiones en infraestructura sostenible, la I+D agrícola y la innovación del sector privado. Mientras que las naciones del Golfo están invirtiendo directamente en empresas innovadoras de alimentos, y algunos, como Singapur y los Emiratos Árabes Unidos están optimizando la producción experimentando con innovaciones agrícolas como la agricultura vertical y la acuicultura.

La calificación promedio mundial en seguridad alimentaria fue de 60.4, siendo la calidad y seguridad el rubro mejor valuado (67.6), seguido por la accesibilidad del precio (65.9) y dejando por debajo el tema de disponibilidad (57.3) y el de recursos naturales y resiliencia (49.1).

Dentro de la accesibilidad, el elemento que más requiere fortalecerse es el ajuste del ingreso por la desigualdad; en la disponibilidad, el tema de investigación y desarrollo, así como la infraestructura agrícola; mientras que en recursos naturales y resiliencia, lo más apremiante seria los temas relacionados con el agua, océanos, ríos y lagos.

En 2020 Finlandia encabezó el ranking con una calificación de 85.3, seguido por Irlanda con 83.8, que 3 años atrás ocupaba la primera posición; Países Bajos con 79.9 en tercer lugar y Austria en cuarto con 79.4.

México bajó dos peldaños en el ranking del índice global de seguridad alimentaria para ocupar la posición 45 con una calificación de 66.2, 1.7 puntos menos que en 2019. En Latinoamérica se posicionó en el quinto lugar por debajo de Costa Rica, Uruguay, Chile y Panamá. A pesar de esta posición, la puntuación se encuentra dentro de la categoría buena, otorgada a países con calificación de 60 a 79.9.

La calidad y seguridad en los alimentos, fue el concepto mejor valorado con una nota de 76.6, por encima del 67.6 de la media mundial. Le siguió la accesibilidad del precio, que fue el que tuvo un mayor descenso en su evaluación con relación al año pasado, ya que perdió 5.4 puntos y finalizó en 76, esto debido a un incremento en el costo promedio de los comestibles, y un ajuste a la baja en el ingreso e incremento en la desigualdad en México por la crisis económica.

El mayor avance en relación al año previo se dio en el rubro de la disponibilidad, que tuvo una calificación de 61.8, 0.2 puntos por encima del de 2019, por mejoras en la investigación y desarrollo de la agricultura, las barreras de acceso políticas y sociales, así como por menor desperdicio.

La categoría peor calificada fue la de recursos naturales y resiliencia, con una evaluación de 45.7, por debajo del 49.1 de la media global, ya que necesita trabajar en temas del agua, la tierra, océanos, ríos y lagos, desastres naturales, políticas de adaptación, administración de riesgos y estrés demográfico.

De acuerdo al índice, las principales fortalezas del país yacen en los programas de red de seguridad alimentaria, estándares de nutrición y disponibilidad de micronutrientes. Pero tiene que trabajar mucho en los compromisos políticos de acceso a la seguridad alimentaria, la administración de riesgos, tema del agua, ríos y océanos.

Redacción: Miguel Ángel Delgado, Analista Económico de la AARC.