En Sinaloa ya no hay sequía, pero las presas tienen menos agua que el promedio histórico
11 presas de la entidad almacenan el 47.5 por ciento de su capacidad, cuando el histórico es del 62.9 por ciento
Aunque el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua registró la salida de Sinaloa de la crisis hídrica, sus presas aún registran un menor almacenamiento que el promedio histórico.
A partir del 30 de septiembre de 2025, la entidad se encuentra sin afectaciones en todo su territorio, algo que no ocurría desde septiembre de 2016, según anteriores registros de la Conagua.
En periodos más recientes, por ejemplo, en 2022, Sinaloa registró que el 97.6 por ciento de su territorio no tenía afectaciones por sequía, lo que cambió drásticamente en 2023 y 2024, ante la falta de lluvias y los fenómenos de La Niña y El Niño, que afectaron las corrientes marítimas.
En el mismo periodo de tiempo de 2024, cuando ya habían pasado meses del inicio de la temporada de lluvias, había tres municipios con una sequía excepcional: Culiacán, Choix y Elota.
El Fuerte, Mazatlán, San Ignacio y Cosalá tenían una sequía extrema; Concordia, Rosario, Sinaloa y Navolato una sequía severa; Badiraguato, Escuinapa, Mocorito y Salvador Alvarado una sequía moderada; y Ahome, Angostura, y Guasave estaban anormalmente secos.
Es decir, todos los municipios tenían un tipo de afectación, que cabe mencionar, la dependencia aún no contempla a Juan José Ríos y Eldorado como tal.
Hasta este martes 7 de octubre, 11 presas de Sinaloa registran un almacenamiento del 47.5 por ciento en promedio, que equivale a 7 mil 496.3 millones de metros cúbicos de agua, cuando el histórico es del 62.9 por ciento.
Actualmente la presa con más agua es la Luis Donaldo Colosio, que almacena mil 992.6 millones de metros cúbicos.
Mientras tanto, la presa Santa María y Picachos han alcanzado un 85.9 por ciento de su capacidad en conjunto, es decir, 973.7 millones de metros cúbicos de agua.
En meses anteriores, antes de que iniciara la temporada de lluvias, 2025 había registrado el peor registro de almacenamiento en presas en casi 30 años, superando al 2012.