Es Chelita Franco de Sandoval una luchadora incansable
"Un ejemplo de vida y superación es Chelita Franco de Sandoval, quien ha sabido enfrentar adversidades"
CULIACÁN._Las adversidades someten a los seres humanos a poner a prueba su resistencia ante las situaciones difíciles, vencer una de ellas ha sido para Celia Franco de Sandoval, mejor conocida como Chelita, un constante aprendizaje, logrando así ser una mujer de lucha y con un gran corazón.
Rodeada de amor
Celia, la mayor de 8 hermanos, familia que formaron Manuel Franco y Chelita de Franco, fue una niña noble que cuidaba y consentía a sus hermanos, siempre rodeada de amor, el principal valor que se practica en su hogar.
"Mi infancia fue muy bonita, color de rosa porque mis papás siempre fueron muy buenos, somos católicos, mi papá fue criado por un sacerdote y son los mismos valores que nos enseñó", expresó.
Un ser entregado
La señora de 56 años estudió la preparatoria en Guadalajara, donde conoció a su esposo, Sergio Sandoval Caro, a quien se unió en matrimonio el 23 de julio de 1977, formando un hogar con sus hijos, Karem, Sergio y Daniel Alejandro Sandoval Franco.
"Me considero una persona muy entregada a mi familia, siempre están primero ellos: mi marido y mis tres hijos, siempre estoy ahí cuando me necesitan", compartió.
Un cambio en su vida
El acontecimiento que cambió su vida totalmente sucedió el 24 de marzo de 2007, fecha en la que su hija, Karem contrajo matrimonio con Sócrates Varela Sarabia en el Templo de Santa Inés.
"La misa se acabó, mi papá estaba cantando el Ave María en el coro, sólo me acuerdo que sonreí de felicidad", expresó.
"Me senté en la banca porque empecé a sentirme cansada y me dolía la cabeza, levanté mis piernas y me acosté, todos pensaron que me había desmayado, pero yo escuchaba todo, estaba consiente, sólo cerré mis ojos".
En ese instante, Chelita fue víctima de un aneurisma, rotura de un glóbulo bulgue de sangre en las paredes de los vasos sanguíneos que ocurre en las venas de la base del cerebro.
"Fue como un derrame cerebral al lado derecho, se reventó una venita y se llenó todo de sangre, mi esposo se acercó y me dice: ya viene la ambulancia por ti, levántate; no podía ni abrir los ojos, mucho menos moverme, no tenía control del lado derecho de mi cuerpo".
En ese momento tan difícil, Tito Sánchez, amigo de la familia, acercó su auto y se llevaron a Chelita al hospital, donde duró internada 17 días.
"Mi vida cambió totalmente, dio un giro radical, antes era corredora, recorría 7 kilómetros diarios; ahora sólo camino 2 kilómetros y hago gimnasia por las mañanas, eso me ha ayudado mucho, cuando empecé a hacer ejercicio comencé a hablar mejor", recordó.
"Cuando me enfermé caí como en depresión, un día llegó mi hija y me preguntó que si quería un bebé y agarrándose la panza me dijo que ahí estaba, me emocioné, sentí buena vibra con ese regalo. El nacimiento de Stavros me inyectó esa ilusión y comencé a echarle ganas a la terapia, siento que hay una conexión con él, pero mis tres nietos, Stavros y Sócrates Varela y Marcela Sandoval son una bendición", mencionó.
Superando la barrera que le puso la vida, Chelita ha salido adelante por el amor y apoyo que su familia le ha dado, recuerda felizmente las actividades que hacía con ellos, como los recorridos en moto con su esposo que dejó de realizar hace 7 años cuando sufrieron un accidente en Navolato.
"Yo acompañaba a mi esposo a recorrer las ciudades en moto, fuimos a Tucson, Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Guanajuato, Puerto Vallarta y dos veces a Canadá, entre otros lugares, siempre viajábamos en grupo por si alguno necesitaba apoyo, era muy emocionante", aludió.
Un milagro de Dios
Una mujer admirable por su valentía y por amor a la vida ha sido Chelita, quien comenzó desde cero después del suceso que la marcó para siempre, aprendiendo a hablar, leer y escribir.
"Ahí la llevo, poco a poco, lo magnífico fue que jamás se me olvidó nada, hablo mal, pero recuerdo todo; la verdad siento que soy un milagro de Dios, porque han sido tres veces las que le dicen a mi familia que me iba a morir y aquí estoy, pienso que todavía no tenía la rayita pintada", mencionó.
"Estoy preocupada porque Dios me dejó aquí por algo y todavía no sé qué tengo que hacer, estoy consiente que por algo me dejó, según yo, ya había terminado cuando dijo: tú aquí te quedas porque te quedas".
"Para mí el dinero no es importante, es más importante lo moral, eso a mí me hace ser mejor persona, mi papá me enseñó a ser así".
Chelita Franco de Sandoval
OPERACIONES
Chelita se ha sometido a cuatro operaciones después del problema del aneurisma.
PERFIL
Chelita Franco de Sandoval
Edad: 56 años
Esposo: Sergio Sandoval Caro
Hijos: Karem, Sergio y Daniel Alejandro Sandoval Franco
Nietos: Stavros y Sórates Varela y Marcela Sandoval
Profesión: Odontóloga