La marcha que buscó empoderar a los valientes, a los que no se valen de las armas
"Sin importar si eran integrantes de algún partido político, empresarios, activistas, integrantes de una asociación civil, funcionarios públicos, cientos de culiacanenses salieron a las calles a demostrar que Culiacán le pertenece a quien día a día se gana la vida dentro de la concordia y armonía"
CULIACÁN._ La cicatriz del jueves 17 de octubre aún duele a los culiacanenses, el ver, y sobre todo sentir su ciudad sitiada por el crimen organizado no ha sido algo fácil de superar o de digerir por la mayoría, sin embargo ayer más de 2 mil personas que día a día se ganan la vida legítimamente en la capital del estado salieron empoderadas y envalentonadas a gritar "Culiacán es nuestro, Culiacán Valiente".
El golpe que se le dio a la ciudad fue duro, sin embargo a grandes males, grandes soluciones, y en la marcha organizada por un puñado de jóvenes apartidistas y sin ningún motivo de realizar una marcha, que no sea demostrar el verdadero Culiacán, quedó demostrado que también es mucha la gente que quiere una ciudad de paz, y que no será rehén del crimen organizado.
Fueron muchas las asociaciones que participaron en la marcha, pero ninguna buscó sobresalir, fueron muchos nombres y apellidos los que organizaron este evento, pero nadie quiso figurar, sólo figuró un grito al unísono, el de 'Culiacán es nuestro'.
La cita era a las 16:00 horas en el Estadio de los Dorados, pero 60 minutos antes ya había patrullas para resguardar el lugar y cooperar con la marcha. A un lado del estacionamiento del estadio, estaba una de las jóvenes organizadoras de la marcha, 'lléguele raza por sus camisas' decía con ahínco para que todo quien caminara por la ciudad lo hiciera con el color blanco, el color de la paz, la paz que le fue robada por unas horas a los habitantes de Culiacán el pasado 17 de octubre.
Media hora antes de la hora pactada, ya se veían al menos más de 500 personas a las afueras del estadio de futbol, comenzaron a poner música y la gente se ambientaba, no era un clima de manifestación contra algo, o alguien, tal y como los organizadores la hicieron, lo que más se parecía, era más como una fiesta, una fiesta al ritmo de tambora y otros géneros músicales.
Se unen ciudadanos a la marcha Culiacán Valiente
Al evento acudieron muchos grupos y sectores de la sociedad, estuvieron presentes colectivos como el de Sabuesos Guerreras, también grupos feministas que manifestaron sus ideologías, religiones, activistas, funcionarios públicos. No hubo distingos, todos fueron uno solo; más allá de cada lucha desde sus trincheras, este domingo 27 de octubre, salieron a dejar en claro que la ciudad les pertenece a ellos, a todas las personas que no viven de la delincuencia.

Jesús Estrada Ferreiro, Alcalde de Culiacán, fue uno de los funcionarios presentes, al comienzo recibió abucheos, pero en entrevista él lo dijo, afirmó venir como ciudadano, como alguien preocupado por lo que pasaba en la capital del Estado, e invitó a todo funcionario público que le doliera Culiacán, a participar en la marcha.
Acudieron también algunos funcionarios federales, como lo es Merary Villegas, empresarios como Manuel Clouthier y un sin fin de asociaciones que desde sus trincheras quieren lo mejor para Culiacán.

EL contingente comenzó su caminar aproximadamente a las 16:30 horas, al principió de él, la Perla Sinaloense que tocaba al son de la tambora, era quien encabezaba el grupo, mismo que aumentaba conforme avanzaba por las vialidades de Culiacán.
"Culiacán es nuestro, Culiacán es nuestro" gritaban airadamente los marchantes, no se veía enojo o rabia en sus rostros, más bien era una sensación de empoderamiento, saber que así como el 17 de octubre, el Bulevar Enrique Sánchez Alonso le perteneció a la delincuencia, ayer les pertenecía a ellos, a la gente, a la gente que trabaja día con día sin un arma entre sus manos, la ciudadanía demostró que la calle no sólo es de los comandos armados, también es de la clase trabajadora que día a día se levanta para ganarse un peso que llevar a casa.

Se llegó a la Fiscalía, ahí hubo un poco de rostros serios y tristes, fue donde inició todo el pasado 17 de octubre, el jueves negro. Uno de los organizadores tomó el megáfono y pidió un minuto de silencio a las más de dos mil personas que recordaban lo que pasó hace 10 días.
Fue más de un minuto, las caras de los culiacanenses denotaba muchos pensamientos encontrados, sin embargo comenzó a resonar el Sinaloense, y toda la gente comenzó a gritar y a ahogar todos los malos recuerdos con un ambiente de fiesta y empoderamiento.
Todo finalizó en el Parque de las Riberas, en el asta bandera, hubo tres murales donde cada quien escribía su nombre y el compromiso que cada quien aseguraba iba a tener con Culiacán luego de esta marcha, la mayoría se comprometía a dar lo mejor de sí para lograr la paz en la capital del Estado, ahora sólo queda esperar si todos cumplen esa promesa, pero también, ver si tenemos unas autoridades a la altura de tal compromiso.










