La mestiza, el postre que hermana a los municipios de Culiacán, Mocorito y Badiraguato
El fenómeno de la mestiza se ha acuñado en los hogares sinaloenses como uno más de la familia, uniendo con una poderosa tradición los municipios de Mocorito, Badiraguato y Culiacán
Una mezcla de harina de trigo y harina blanca se combinan hasta volverse uno solo, a la reunión se suma el piloncillo que cierra con su sabor dulce el intercambio de ingredientes. El resultado es un postre que se ha criado, crecido y echado raíces en Pericos, Sinaloa.
Su nombre viene de esta mezcla de harinas, el mestizaje con el que la gastronomia sinaloense ha jugado.
El fenómeno de la mestiza se ha acuñado en los hogares sinaloenses como uno más de la familia, uniendo con una poderosa tradición los municipios de Mocorito, Badiraguato y Culiacán, cuyo punto intermedio es un crucero vestido de puestecitos que venden paquetes de este postre.
La receta de la mestiza se ha convertido en un legado en las familias periqueñas, que hacen pequeñas modificaciones obedeciendo a la sazón de las matriarcas de los hogares, pero siempre siguiendo una fórmula básica: harina de trigo y harina blanca con la que se forma una tortilla que va rellena de piloncillo, después se hace una empanada que se hornea.
Jesús García es un comerciante que se encarga de vender las mestizas en el entronque de Badiraguato, un lugar a dos kilómetros del poblado de Pericos.
“Aquí tenemos mestizas periqueñas, de Doña Eva, coyotas, empanadas de cajeta, pinturitas, duraznos en almíbar, chiles secos, chiles curtidos, piloncillo”, anuncia Jesús.
A pesar de la gran variedad de productos, el favorito de los visitantes es la mestiza.
“En día de muertos a navidad se viene muy buenas ventas”, dice gustoso.
“En tiempecito de frío, con cafecito, se antoja”
Jesús menciona que hace más de 15 años el pueblo de Pericos comenzó a comercializar sus productos en ese punto, lugar en el que los automovilistas cruzan para el municipio de Badiraguato, Culiacán, o viajan al norte del estado.