Los Reyes Magos de Noroeste dibujan sonrisas en Aguaruto, Culiacán

Humberto Quintero
06 enero 2024

Este Día de Reyes comenzó con una visita anhelada por las niñas y niños que durante los últimos 30 días compartieron sus deseos con Gaspar, Melchor y Baltasar

CULIACÁN._ Mauricio y María disfrutaban sus vacaciones de invierno acostados, viendo películas y resguardados del frío en Aguaruto, Culiacán, hasta que tocaron la puerta de su casa para recordarles el Día de Reyes.

Apenas notaron la llegada de los Reyes Magos de Noroeste, los hermanitos de 7 y 9 años rieron y salieron ansiosos para recibir los regalos que pidieron a Gaspar, Melchor y Baltasar.

Lo primero que encontró Mauricio en la bolsa que le llevó Gaspar fue el balón con el cual practicar para ingresar a una escuela de fútbol y emular las habilidades de su ídolo, Lionel Messi.

María, por su parte, sacaba a relucir una genuina sonrisa mientras de la bolsa salían las muñecas de sirena que encargó a los Reyes Magos, además de los utensilios de cocina que pidió para jugar a la cocinita.

Elena e Iván, otra pareja de hermanitos en Aguaruto, estaban sentados en el mismo sitio donde hablaron de sus gustos y pidieron un balón de fútbol y muñequitas para completar su familia Barbie.

Un poco tímidos, esperaron a que su mamá los acompañara afuera de la casa y para por fin decidirse a correr hacia las bolsas que guardaban los obsequios.

Su madre también se llevó una gran sorpresa al ver la edición impresa en la que aparecieron sus hijos, como señal de que uno de nuestros lectores envió un regalo especialmente para sus retoños.

Así como los casos de María, Mauricio, Elena e Iván, más de 30 infantes vecinos de la sindicatura de Aguaruto recibieron el 6 de enero con la sorpresa de que los Reyes Magos los visitaron para cumplirles sus deseos.

No solo fue tarea de Gaspar, Melchor y Baltasar, sino de la buena voluntad de los lectores y suscriptores de Noroeste, quienes apoyaron decididos a esta noble causa que la casa editorial lleva 34 años cumpliendo a través de la campaña “Sé un Rey Mago”.

Más allá de la donación de juguetes, Aguaruto albergó una jornada de alegría en la que decenas de niños tuvieron un motivo para reír y crecer en un buen ambiente familiar.