Malverde, el Santo de los milagros buenos... y no tan buenos

Antonio Olazábal
04 mayo 2018

"Adultos mayores, mujeres, hasta niños, cientos de personas se dan cita en la capilla para dar gracias y pedirle más favores al llamado Bandido Generoso"

CULIACÁN._ Al entrar a lo más profundo de la Capilla de Jesús Malverde, un niño de 9 años se encuentra hincado frente a la foto de quien es conocido como el "Bandido Generoso", a quien sus creyentes le piden todo tipo de milagros, tanto “buenos” como no muy buenos. 

Para llegar al final del pasillo es necesario pasar por incontables veladoras con la imagen de Malverde, crucifijos y más ofrendas que dejan creyentes en la capilla que comenzó edificarse en 1979. 

El menor no dura poco tiempo hincado, pasan cerca de 4 minutos y se mantiene viendo el cuadro con un ceño serio y casi sin parpadear. Velas alumbran su rostro, sus labios que se mueven en silencio. El menor le pide por su familia a quien es conocido por muchos como el "Santo de los Narcos". 

El niño sabe poco sobre el personaje que lo tiene arrodillado en la sala principal de la capilla, desconoce que en un día como ayer 3 de mayo, pero de hace 109 años, de acuerdo a varios historiadores, lo colgaron por delitos de robo; lo que sí sabe es que su mamá lo lleva desde cuando apenas era un bebé, cada vez que viene para él es como la celebración del Día del Niño.

 

¿Qué le pediste a Malverde?

Por mi tío Paco. Era ayudante de albañil, él está muerto, le pedí que lo cuidara.

 

¿Desde cuándo vienes a pedirle a Malverde que te ayude?

Vengo desde que yo estaba chiquito.

 

¿Tus papás te traen o por qué vienes para acá?

Vengo porque cada mes se festeja el día del niño y para persignarme con él.

 

¿Sí crees en Malverde? 

Sí.

 

¿Has sentido que te ha ayudado en algo?

Sí.

 

¿Cómo qué?

Como cuidarme cuando tengo algunos pleitos, pleitos como si me quieren pegar o algo.

El menor nos lleva con su madre, ella platica que desde hace muchos años viene a pedirle milagros a Malverde, sin embargo guarda silencio sobre sus peticiones al que para ellos es un santo.

 

¿A usted le ha hecho algún milagro Malverde?

Pues yo siempre le he pedido.

 

¿Cómo qué le ha pedido?

No, pues eso me lo reservo.

Varias personas cuando se les pregunta qué le pedirán a Malverde guardan silencio, no lo dicen, comúnmente se dice que quien acude más a la capilla son narcotraficantes, sin embargo hay quien se empeña en decir que esto no es verdad. 

En la entrada de la capilla hay un hombre que se traslada de un lado a otro con dificultad, ya que se lastimó al venir a visitar la capilla. Es alto, con barba abundante, su acento denota que no es de Culiacán, platica que es de Nezahualcóyotl, Estado de México, y reconoce que a Malverde se le piden de todo tipo de favores, buenos y otros no muy buenos.

“Yo le he pedido muchos favores a Malverde, buenos, no muy buenos, pues hay, el chiste es aquí si uno le pide un favor a Malverde, Malverde se siente contento en que le puedan pagar la manta aquí a su catedral”, dice. 

Su nombre es Alfonso Iglesias Rodrígez, tiene 40 años de edad, compartió que escuchó hablar de Malverde cuando cumplía una condena en prisión, su fe en él nació tras barrotes. 

Cuenta que en la cárcel, el rezarle al bandido sinaloense le rindió frutos, salió sin ningún problema y lo ayudó a encontrar trabajo. A pesar de que anteriormente señaló que se le pedían favores no tan buenos, asegura que Malverde no es el santo de los "malandros". 

“Lo ven como el santo de los malandros, o que el santo de los narcos, pero en realidad no, amigo, nosotros somos comerciantes y son uno de los favores que le hemos estado pidiendo, que nos ayude a hacer ventas, no es muy así que digamos favores para mal”, afirma. 

La tambora empieza a sonar en su punto más alto cuando sacan la figura de Malverde a la calle Independencia. La gente la acaricia, le echa litros de cerveza y alcohol, una tradición cada que la exponen.

Así como Alfonso hay más personas que vienen del centro de la ciudad para pedirle milagros. Uno de ellos es César Segundo, quien en su brazo tiene tatuado el rostro de Malverde.

"Le prometí y me cumplió y pues vine a cumplir la manda. Le pedí salud, trabajo, salud para la familia, y me lo regresó al doble, y por eso vine, tarde pero seguro", cuenta el joven de 23 años.

Pero no solo gente del sur visitó la capilla este jueves; Gerardo Martínez y su familia también acudieron al aniversario luctuoso del "Bandido Bondadoso". 

La forma más fácil de la fe de Gerardo es escuchar su voz, se le entrecorta cuando habla de quien considera un santo. Platica que una vez le pidió un milagro y le dijo que si se lo cumplía le traía la banda, asevera que Malverde le cumplió. 

"Yo no tenía ni qupé comer hace unos años, le pedí a Malverde que me ayudara para echarle para adelante, y me lo cumplió y aquí estamos año con año", rememora. 

Al final del recorrido de la figura por los alrededores de la capilla la música de banda continuó tocando, unos cuantos se retiraron del lugar, pero la mayoría se quedó hasta altas horas de la noche para velar la capilla de a quien consideran un santo.