No hay indicios de que la crisis de seguridad en Sinaloa mejore en 2026, advierte la CEDH
El presidente del organismo, Óscar Loza Ochoa, señaló que no hay elementos que adviertan una mejoría en la crisis de seguridad para 2026; llamó a que instituciones educativas, culturales y de gobierno trabajen juntas para construir las bases de una etapa postcrisis en Sinaloa
No existen señales claras de que la crisis de violencia que atraviesa Sinaloa pueda mejorar en 2026, advirtió el presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Óscar Loza Ochoa.
Señaló que aunque su deseo de que el próximo año sea distinto, no hay elementos que permitan afirmar que la situación difícil de seguridad se resolverá en el corto plazo.
“No sabemos todavía si el próximo año ojalá, pero no no sabemos, no hay elementos para decir que en el curso de 2026, la situación difícil de seguridad que tenemos se resuelva. Ojalá”, mencionó.
Dijo que el panorama presenta “grandes claroscuros” y que, ante la persistencia de la violencia, el verdadero reto será construir condiciones para una etapa posterior a la crisis.
Para ello, consideró fundamental que distintas áreas del servicio público coincidan en una estrategia común.
Mencionó que sectores como la Secretaría de Educación Pública y Cultura, la Secretaría de Seguridad, Secretaría de Bienestar y Desarrollo Sustentable, el Instituto Sinaloense de Cultura y las universidades deben asumir un papel activo en fortalecer una cultura de derechos humanos entre la población.
“Hay retos muy importantes al respecto y yo creo que lo primero que tenemos que hacer como sociedad y también como autoridades es ver de qué manera toda una serie de áreas, diríamos aquí, de la actividad pública puede coincidir en buscar crear las bases para una postcrisis”, destacó.
Desde hace más de 14 meses, Sinaloa atraviesa una crisis de seguridad derivada de la guerra interna del Cártel de Sinaloa.
La pugna comenzó en septiembre de 2024 y, desde entonces, distintos municipios, principalmente Culiacán, han registrado homicidios dolosos, ataques armados a viviendas, uso de explosivos, balaceras en espacios públicos y agresiones en sindicaturas.
La violencia también ha generado una crisis económica en la capital, con cierres de negocios y reducción de horarios.
De acuerdo con datos recabados por Noroeste a partir de colectivos de búsqueda y autoridades competentes, desde el inicio de la disputa el estado acumula 2 mil 419 asesinatos, 2 mil 839 personas privadas de la libertad y 8 mil 567 vehículos robados.