Presentan segunda edición del libro ‘Contribuciones a la historia económica, política, social y cultural de Sinaloa’

Alex Morales
30 septiembre 2023

Especialistas en historia y arquitectura sinaloense opinan sobre las temáticas abordadas desde diversos perspectivas de los autores

CULIACÁN._ El Colegio de Historiadores de Sinaloa A.C. invitó a especialistas en historia y arquitectura para presentar la segunda edición del libro “Contribuciones a la historia económica, política, social y cultural de Sinaloa”.

La presentación formó parte del 19 Encuentro de Historiadores de Sinaloa, homenaje a la memoria del maestro Javier López Alanís.

El libro fue coordinado por los doctores Juan Antonio Fernández Velázquez, Arturo Carrillo Rojas y Catarino Escobar Macías

La maestra y licenciada en Historia, Natali Gaxiola Soto, también directora del Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa, calificó el texto como heterogéneo dentro de las corrientes historiográficas.

“Este aporte que hay desde las distintas corrientes, me pareció sumamente importante que haya una narración o una narrativa concreta y argumentada desde la metodología cuantitativa a partir de la historia económica”, fundamentó.

Expuso que el enfoque económico en la narración histórica fue de su agrado, pues narra el florecimiento de la industria arrocera en el estado, sentando las bases para la producción de una amplia variedad de productos derivados del arroz.

“Yo no soy fan de la historia económica pero fue de mi agrado estar leyendo porque me hizo tener un nuevo retrato de lo que sucedía muy bien contextualizado, y me parece que estos números dan este aporte, que a veces los historiadores dejan de lado por la parte cualitativa”, dijo.

“Me pareció que esta parte de los negocios industriales de Sinaloa sigue vigente, podemos referirnos al pasado para entender lo que pasa hoy, por qué es ahora uno de los sectores prioritarios en cuestión de economía”.

Destacó la escritura sobre el General Rafael Buelna Tenorio desde una perspectiva cultural, pues además de su participación como militar en la Revolución mexicana, se dedicó a la poesía y literatura.

“La visión del poeta y el sujeto político, la manera en que podemos entender que en ese momento fue tan relevante, no solamente por la figura militar, sino por la figura del que tiene muy claro la configuración de un estado Nacional y utiliza las herramientas políticas que tiene para hacerlo”, manifestó.

Conforme a sus palabras, su parte favorita trató sobre la biografía del arquitecto Luis Felipe Molina, quien fue contactado por el entonces Gobernador Mariano Martínez de Castro para que construyera un teatro.

El egresado de la Escuela de Bellas Artes, originario de Ciudad de México, llegó a Culiacán el 22 de febrero de 1890 para transformar la imagen y estructura urbana de la ciudad.

“No había leído una biografía de Molina, tenía referencias muy generales como el creador desde la perspectiva porfirista, desde el neoclásico francés, desde cómo construye la ciudad, pero aterrizado como un personaje con una vida cotidiana muy interesante”, apuntó.

“La manera en que este actor tan prominente viene y se configura como un agente atípico en Culiacán, me reflejaba un poco ese menoquio de Culiacán pero con otras características, no el de la clase baja, sino que aprovecha todas estas potencialidades de venir de Ciudad de México y tener una vida cultural cimentada, establecer relaciones sociales que la ayudan a potencializar lo que él era y se convierte en un sujeto político, histórico, y está consciente de eso, lo aprovecha”.

El doctor Servando Rojo Quintero, egresado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, opinó que arquitectos, cronistas e historiadores trabajan de manera conjunta para defender el patrimonio de la nación por medio del conocimiento histórico.

“Es la fórmula para lograr que se conserve nuestra historia, tanto la escrita, la oral, como la construida”, dijo.

El libro plasma diversos puntos de vista en la historia de Sinaloa desde los ojos de los escritores, basado en la indagación de hechos históricos, la recopilación de anécdotas que han transcurrido generaciones.

“Un objeto es como una casa que tiene muchas ventanas, desde cada ventana que nos vamos asomando tenemos diferentes perspectivas, por lo tanto, si alguien trabaja Luis F. Molina, como lo ha hecho Martín, como lo ha hecho Daniel, como lo ha hecho René, son diferentes ventanas”, agregó.

“Muy diverso, con diferentes temáticas que ven, por ejemplo, desde la historia política, a los políticos con historias personales ligadas al movimiento revolucionario, lo cultural, hasta llegar también de la cuestión musical o de personajes como Luis Felipe Molina”.

Resaltó el impacto de esta segunda edición, pues toca temas como el deterioro de las industrias, entre estas el sector agrícola, debido a los costos de producción y a la escasez del agua.

El nivel del agua en las presas es uno de los temas más preocupantes en el estado, pues no contienen el volumen suficiente para abastecer a la ciudadanía, ni regar las cosechas sinaloenses, señaló.

“La caña de azúcar tiende a desaparecer porque si siembran ustedes caña de azúcar son cuatro riegos al año, si siembran maíz son dos riegos y obtienen más ganancias, entonces, va desapareciendo una serie de cultivos, y el papel de agua y las propias tecnologías tienen una presencia muy fuerte”.

Reconoció que la ignorancia de la población es parte de los causantes de la problemática.

“Se nos olvida esa historia, esos procesos y seguimos deteriorando el medio ambiente, se sigue la quema de zocas, se sigue la deforestación yendo a Tamazula, por ejemplo, y es momento que digamos ‘hay una historia que nos muestra, cómo el agua cada vez es más escasa’”, manifestó.