Realiza investigador estudio sobre el desplazamiento y su impacto por construcción de presas

Omar Mancera presentó su libro: Etnografía de relocalización: Impactos socioambientales y empoderamiento pacifista en comunidades desplazadas por la construcción de presas

La construcción de presas en Sinaloa ha desplazado a más de 4 mil 500 personas y ha inundado más de 200 pueblos desde el siglo pasado, reveló la investigación del doctor Omar Mancera con su libro Etnografía de la relocalización: Impactos socioambientales y empoderamiento pacifista en comunidades desplazadas por la construcción de presas.

El trabajo de investigación también reveló que se causaron efectos dañinos al ambiente desde la zona donde se construyeron las obras hasta las costas, y los desplazados fueron hacinados en tan solo 18 nuevos pueblos, construidos en terrenos pequeños, con materiales de mala calidad, y en ocasiones sin servicios públicos básicos.

El libro fue presentado este martes en la Biblioteca Central de la UAS y documenta los avatares que padecieron las personas desplazadas.

El investigador de la Escuela de Ciencias Antropológicas señaló que para las agencias gubernamentales de los tres niveles de gobierno es cómodo que no existan registros oficiales sobre el número de desplazados y los pueblos inundados, ya que eso invisibiliza la arbitrariedad con la que fueron impuestos los proyectos hidráulicos y el desplazamiento de miles de personas.

“Se realizaron visitas a dependencias gubernamentales en Culiacán y en la Ciudad de México. Un hecho a resaltar es que la dependencia federal que más dificultades burocráticas interpuso fue la Conagua, delegación regional Sinaloa, debido a que sus representantes argumentaron no poseer ninguna información social sobre las presas del estado, únicamente los datos técnicos de cada embalse”, explicó Mancera.

También recorrió cada pueblo, de norte a sur, entrevistó a las y los afectados, recogió documentos oficiales, periodísticos, crónicas locales e información académica.

Durante la presentación, en la que estuvo acompañado por Sibely Cañedo y Jessica Soto, el autor del libro publicado por Editorial UAS, comentó que contabilizar a las familias desplazadas y rescatar el nombre de los pueblos inundados. Es una forma de recordarle al Estado y a la gente que en Sinaloa existen miles de desplazados tan solo por la construcción de presas, que se suman a otros miles expulsados de sus comunidades por la violencia o por el cambio climático, de los que hablaremos en otra entrega.

En total, reveló, fueron desplazadas 4 mil 532 familias y se inundaron 201 pueblos bajo las aguas de nueve presas.