Recuerdan la historia del profe Cruz y García Márquez, que parece sacada de la ficción
El realismo mágico que trajo Macondo a Recoveco, luce de nuevo en la FIL Culiacán 2025, con homenaje al profesor Cruz Herrera Fermín
Luego de conocer al profe Cruz Hernández Fermín, el mayor pendiente que tuvo Guillermo Gallardo es que ese realismo mágico que rodeó siempre su historia, no quedara en el aire o sólo en los recuerdos.
“Esto se tiene que saber en todos lados, que quede algo permanente de usted”, comentó Gallardo, durante la presentación de la extraordinaria biografía con el libro De Macondo a Recoveco, El realismo mágico del profe Cruz.
En el evento, cargado de emotividad, estuvieron presentes además Ana Rosa López, Mario Hernández y Omar Armenta, quienes compartieron su agradecimiento por participar en este homenaje póstumo al profesor Cruz y junto a la presentación del libro.
Gallardo destacó que el profesor Cruz fue mucho más que un promotor de la lectura en su comunidad.
“Fue un agente de cambio que inspiró a generaciones en Sinaloa y en todo el país”, dijo.
El escritor señaló que le faltó sentarse a platicar con el profesor Cruz, pero se quedó con sus experiencias y anécdotas las cuales seleccionó y plasmó en el ejemplar.
“La verdad no lo pude hacer en vida porque por las circunstancias que pasaron en el 2023, su deceso, entonces ya no pude sentarme a platicar con él”, comentó.
La obra de Gallardo de cómo el escritor Gabriel García Márquez recibió a Cruz Hernández en la biblioteca de su casa después de enterarse de la labor titánica que éste comenzara en Recoveco, en el norte de Sinaloa, una pequeña comunidad de apenas mil 600 habitantes, en donde Cruz tuvo la osadía de fundar el club de lectura La Hojarasca.
Las acciones del promotor sinaloense resultaron en el forjamiento de un vínculo entrañable con el escritor colombiano, de quien fue siempre “un fiel admirador”.
Gallardo subrayó que, aunque Macondo nació de la imaginación de García Márquez, pero el hijo pródigo de Recoveco, el profe Cruz, logró construir su propio “Macondo sinaloense” en un terreno de Caimanero, donde la literatura se convirtió en una forma de vida y resistencia cultural.
El autor explicó que una de las principales motivaciones para escribir este libro fue perpetuar la labor del profe Cruz y dejar un legado que inspire a las nuevas generaciones.
Ricardo Bobadilla, ilustrador del libro, resaltó que Cruz dejó una guía invaluable sobre cómo acercar a los jóvenes a la lectura y cómo, a través del universo cultural, es posible transformar de manera positiva la realidad que los rodea.
El programa también incluyó la representación cultural “De Recoveco a Macondo, dos mundos de ida y vuelta”, a cargo de alumnos del CBTA 133 “Rafael Buelna Tenorio”.