Silvia y Erika, empresarias, esposas y madres de familia

06 noviembre 2015

"Unos días después de la fundación de esta casa editorial, 21 de septiembre de 1973, en sus páginas de Sociales aparecía el nacimiento de la "muñequita", Silvia Lomelí Salazar"

Silvia Lomelí Salazar
Unos días después de la fundación de esta casa editorial, 21 de septiembre de 1973, en sus páginas de Sociales aparecía el nacimiento de la "muñequita", Silvia Lomelí Salazar, quien hoy, a sus 35 años, ha formado su propio hogar e impulsado la educación de sus niños a través de sus negocios.
La preciosa niñita que se observaba en la fotografía en brazos de su madre, Silvia Salazar de Lomelí, es ahora una de las fundadoras del Instituto Andes de Culiacán, una de las escuelas más prestigiadas de México; inauguró una alberca para estimulación temprana y Casa Canguro.
Al momento de elegir su futuro profesional, la hija de Luis Alfredo Lomelí Meillón, decidió viajar a Monterrey, donde cursó la carrera de Ciencias de la Educación; conforme las clases y los años pasaron descubrió su vocación por los niños.
Ese amor por los pequeños, motivó a la segunda de seis hermanos a realizar su tesis en estimulación dentro en el agua, por lo que en cuanto se graduó, regresó a su tierra natal, Culiacán, donde surgió la idea de tener su propio centro de estimulación.
Al notar su decisión y persistencia, sus papás la apoyaron haciendo una alberca en su casa, en la cual se siguen impartiendo clases de natación a bebés.
Viendo el trabajo que hacía con los infantes y el hogar que formó con el español Antonio González-Aller Rodríguez, los legionarios de Cristo la llamaron para que fuera parte de la creación y promoción del Instituto Andes, que estaba a punto de ser fundado en Culiacán en --------.
Menciona que durante los cinco años que estuvo trabajando en la institución académica, la capacitación que recibió la preparó mucho como persona, pero tuvo que dejar su labor cuando se embarazó de Antonio, su segundo hijo.
La cariñosa madre de Silvia María, Antonio y Pablo, al ver como éstos crecían integralmente, quiso ampliar sus horizontes y tuvo la visión de abrir Casa Canguro, guardería y kínder con estimulación temprana, que ella misma maneja.
"Lo que más admiro en este mundo es la maternidad, por eso me esfuerzo por ser una buena mamá, ya que mis hijos van a ser mi legado para el mundo. Siento que se ha perdido mucho el valor del trabajo de la mamá y que nosotras mismas como mujeres no lo valoramos, siendo que es el trabajo más exigente", enfatiza.
"Uno de los momentos más especiales y felices de mi vida fue cuando nació mi hijo Pablo, el más chiquito, no es que a los otros no los quiera, al contrario, pero Pablo nació en mi casa, ahí en La Primavera y en el agua. Me sentí muy contenta porque fue como los partos tradicionales de antes, muy sencillo".
Recientemente realizó una especialidad en Educación Prenatal y actualmente imparte un taller para embarazadas, en el que las prepara para la etapa que están viviendo y el momento de su alumbramiento, además promueve el parto natural y acompaña a las mujeres durante el nacimiento de sus hijos. 


Erika Vizcarra de Serrano
Esposa y madre de tres hijos, Erika Vizcarra de Serrano es además una empresaria exitosa junto a su hermana Yolanda, quienes con su exquisito gusto por la decoración, han permitido que Noroeste esté presente en todas sus "Ocasiones Especiales".
"Noroeste, siempre presente en mis eventos... Desde que yo estaba chiquita, en mis piñatas, ahora en las bodas y eventos que coordino".
La licenciada en Comercio Internacional, con especialidad en Agronegocios por el ITESM Campus Monterrey, encontró en esa institución, no sólo las claves para sus siete años de éxito empresarial, sino también el amor de su ahora esposo, Juan Carlos Serrano Pablos.
"Me encanta mi trabajo, pero obviamente le doy prioridad a mi familia. Les quiero dar a mis hijos toda la educación que se pueda para que sean personas de bien", comenta.
Fruto del amor de Erika y Juan Carlos nacieron los motores de su vida, Ana Sofía, de 6 años; Victoria, de 4; y Santino, año y medio, a quienes inculca la congruencia entre el decir y el hacer.
"Me siento muy afortunada y le doy gracias a Dios por la familia tan bonita que me dio", menciona.
Además de ser una ama de casa exitosa, la hija de José Isabel Vizcarra Rodríguez y María Calderón de Vizcarra, considera que la honestidad y la puntualidad son los valores que la han hecho llegar a ser también una empresaria líder en su giro, con su negocio Ocasión Especial.
"Lo que se me hacía más difícil de mi trabajo al principio, era el tiempo que le tenía que invertir... recuerdo un día en especial que estuve trabajando todo el día y no vi a mi hija, por lo que mi hermana y yo decidimos no trabajar en las tardes para dedicarle el tiempo merecido a nuestras familias".