Dolor muscular tardío
Amigo lector de Noroeste, la importancia del aprendizaje y la aplicación de este, es fundamental para el desarrollo del País, y cuando se trata de aplicación en seres humanos esta actualización cobra relevancia, es por esto que la Universidad Autónoma de Sinaloa siempre está con programas constantes de actualización, ejemplo de esto es el congreso de Medicina del Deporte que año con año realiza, en esta ocasión será los días 5 y 6 de octubre del año en curso. Están todos invitados, información en la página de la UAS, o al número 669 148 74 96, con un servidor.
El dolor muscular tardío o de aparición tardía, comúnmente denominado “agujetas”. La causa de la aparición de este dolor no está definida, se han propuesto muchas hipótesis, entre estas está cuando el individuo hace actividad física en demasía y su condición física no es buena por lo que la producción de ácido láctico se ve alterada, esta posible causa se a hecho tan popular que la misma población al sufrir un dolor muscular secundario a la realización de actividad física se auto diagnostican como exceso de la producción de este.
Sin embargo, en los últimos años se ha probado que es falsa y ha sido abandonada por la comunidad científica.
En diferentes estudios se a comprobado que cuando existe este tipo de dolor, existe un desequilibrio de los electrolitos, por lo que se le ha asociado a este, como posible causa, otra es la acumulación e infiltración de leucocitos y con pequeños procesos inflamatorios. Está aceptado que estos fenómenos biofisiológicos son consecuencia de los microdaños mecánicos en las fibras musculares causados por un excesivo esfuerzo o por una actividad física no habitual.
Sintomatología, consiste en dolor muscular incluso en reposo que aumenta durante la contracción o el estiramiento de la musculatura afectada. Además, puede aparecer rigidez, hinchazón, alteración de la movilidad de las articulaciones cercanas y disminución de la fuerza. Los primeros síntomas surgen entre loa 6 y las 12 horas después del esfuerzo y aumentan progresivamente hasta llegar al máximo durante la 48 – 72 horas. Finalmente, desaparecen entre los cinco y siete días dependiendo de la intensidad del esfuerzo y de la cantidad de fibras involucradas.
Diagnóstico, este se realiza por la clínica, y para descartar cualquier complicación se puede recurrir a la toma de ultrasonido de partes blandas donde el reporte aportará datos suficientes para el diagnóstico de certeza, y así iniciar con el tratamiento.
Tratamiento, el manejo es de tipo conservador, se puede mejorar la sintomatología a través de la crioterapia (uso de hielo el cual de preferencia debe ser bien molido o frapeado, o recurrir al gel que se le pueda enfriar), la presoterapia, con técnicas de drenaje y a través de la recuperación activa. O sea, con ejercicio físico basado en gestos deportivos similares a los que causaron la sintomatología, pero de intensidad leve a moderada.
Prevención, una manera de prevenir esta alteración muscular es una buena hidratación y alimentación, la cual debe de respetarse el tiempo entre la comida y la actividad física, también tener una buena preparación física en cada acción de la vida diaria como con la actividad deportiva. Tener descanso después de actividades físicas que causen cansancio, fatiga o dolor. Evitar las comidas cárnicas o de lenta digestión, cuídese hoy y sea feliz siempre.