Lionel Scaloni, el DT sin experiencia que tiene a Argentina a un paso de la gloria en Qatar 2022

Noroeste/Redacción
13 diciembre 2022

El novel estratega inició en la Albiceleste como interino tras el fracaso de Rusia 2018 y hoy está a un triunfo de darle a la Albiceleste el trofeo que más ansían

LUSAIL._ Lionel Scaloni asumió el cargo de entrenador de la Selección Argentina un 2 de agosto de 2018. Era un interinato. Después de haber sido asistente de Jorge Sampaoli en Rusia 2018, le fue otorgada una oportunidad que indignó a un alto porcentaje de la prensa y afición. No podían entender que las sagradas llaves de La Albiceleste quedaran en manos de alguien sin mérito ni experiencia.

Scaloni había sido seleccionado y jugó el Mundial de Alemania 2006, pero no tenía el pedigrí de otros jugadores como para hacerse cargo de una misión siempre quemante. Los últimos entrenadores nacionales habían fracasado en sus encomiendas. No importó cuánta experiencia y antecedentes reunieran: Gerardo Martino, Edgardo Bauza y el propio Sampaoli, que dinamitó el vestidor y fue el principal señalado de la frustración argentina en el Mundial de hace cuatro años.

Contra todo ese prólogo de desesperanza tuvo que luchar Scaloni. En su primer torneo oficial, la Copa América 2019, quedó eliminado en semifinales a manos de Brasil —y sumó otros resultados ruborizantes, como un 0-3 contra Colombia en fase de grupos—. Muchos esperaban un fracaso sin remedio, para que la batuta del seleccionado la tomara otro entrenador, principalmente Marcelo Gallardo, el arquitecto del mejor River Plate de la historia.

Pero Scaloni, aunque no ganó ese torneo, comenzó un proceso de renovación generacional que tenía las miras puestas en Qatar 2022. Empezaron a hacerse habituales nuevos nombres. Leandro Paredes y Rodrigo de Paul serían los guardianes del mediocampo. Adelante, Lautaro Martínez marcaría todos los goles que Argentina extrañó durante años en los que no faltaron delanteros pero sí eficacia. Messi no era el mismo. Habían cambiado muchas cosas en él. Scaloni, que estuvo presente el día que Leo debutó con la selección (2005, contra Hungría, expulsado apenas instantes después de su ingreso), encontró todos los faros que necesitaba para afianzar su camino.

De manera discreta, Argentina empezó a hilar partidos sin perder. Llegó la pandemia. Pausa y a seguir. No tuvieron los problemas de otros tiempos en las eliminatorias. Miraron de lejos a Brasil, que acabó como líder, pero se clasificaron sin apuros. Y en medio de todo, llegó lo mejor: la Copa América 2021, el nacimiento de ‘La Scaloneta’. Todavía son virales los videos de periodistas argentinos deseando, otra vez, un fracaso en ese torneo para que hubiera un cambio estructural. Se quedaron con las ganas.

Argentina, paso a paso, se coronó reina de América y venció a su archirrival en el Maracaná. Dos maldiciones se rompieron: la de Argentina sin ganar nada desde 1993 y, mejor todavía, la de Messi sin levantar un trofeo con su país. El sueño mundialista estaba en marcha de la mano de un entrenador “inexperto”, que sin embargo construyó en cuatro años lo que otros solamente pudieron imaginar.

Y así llegaron a Qatar 2022, con otros nuevos talentos sumados a la revolución: Cristian Romero, Julián Álvarez, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister, Nahuel Molina. Superaron al mal trago contra Arabia Saudita en la fase de grupos —y el fin de los 36 partidos sin perder—. Han ganado todos sus partidos desde entonces: ganar en penales, como contra Países Bajos, también es ganar. No ha faltado drama, pero Argentina ha sellado ante Croacia una actuación contundente. En Qatar 2022 están más cerca de la gloria de lo que el más optimista habría soñado hace cuatro años. Lionel Scaloni es quizá el segundo Lionel más importante de este grupo, pero nada habría sido posible sin él.

Es injusto decir que esta Argentina está a noventa minutos de ser inmortal. Ya lo es. Toda la emoción, ilusión y emotividad que han despertado pertenece ya a las sagradas escrituras futbolísticas. Les queda esperar por Francia o Marruecos, que decidirán al otro finalista el día de mañana.