Suspenden estadio Corregidora tras los actos de violencia en el Querétaro-Atlas

Animal Político
06 marzo 2022

Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, anuncio una asamblea extraordinaria para este martes, en donde se tomarán más decisiones sobre los hechos sucedidos el pasado sábado

La Liga MX anunció que se determinó la suspensión del Estadio Corregidora, donde juega el club Gallos Blancos del Querétaro, tras los hechos de violencia ocurridos la tarde del sábado, que dejaron al menos 26 personas lesionadas, dos de ellas de gravedad.

En conferencia de prensa, Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, informó que además, el próximo martes se convocó a una asamblea extraordinaria de los dueños de los clubes, “donde abordaremos qué va a pasar con los grupos de animación y cómo podemos cerrar con acciones contundentes esos espacios de colaboración”.

Acerca del estatus del estadio, indicó que el tiempo de la suspensión será determinado por la comisión disciplinaria, pero esta dio inicio a partir de este domingo.

En lo que respecta a las sanciones a la empresa de seguridad que se encontraba resguardando el sitio, Gabriel Solares, presidente del club Gallos Blancos, dijo que se encuentran evaluando el accionar de la empresa “que tiene muchos años de trabajar en el estadio y en muchos eventos en Querétaro”.

De acuerdo con Solares, en el momento en el que ocurrieron los hechos, el estadio Corregidora se encontraba bajo resguardo de 358 elementos de seguridad privada, 100 policías estatales y 150 municipales.

Según las autoridades, los enfrentamientos entre aficionados dejaron un saldo de 26 personas heridas, de las cuales tres ya fueron dados de alta y dos son reportados en estado grave.

La Fiscalía General del Estado inició una carpeta de investigación por esos hechos, por los delitos de homicidio en grado de tentativa y violencia en espectáculos deportivos.

Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dijo que investiga la responsabilidad de las autoridades en lo ocurrido, pues estas tienen la obligación de garantizar la seguridad de personas dentro y fuera de sitios en los que se realicen eventos, incluso si estos sin privados.