Epilepsia y actividad física

Dr. Epifanio Castañeda Labra
31 julio 2017

"Medicina del Deporte"

Amigo lector de Noroeste, sabe usted qué es la epilepsia y si lo sabe, se ha preguntado que puede hacer actividad física o deporte, porque esto puede ocasionar que el responsable de la cultura física lo relegue o lo “discrimine” de la actividad física deportiva, lo que le puede ocasionar problemas al individuo, ya que un problema (epilepsia), puede que ocasione otro: la discriminación deportiva; lo que le llevará a otras alteraciones psicosociales. Por lo tanto, la educación tanto para el encargado de la cultura física como para el entrenado es importante, que a este grupo de individuos, se les tome en cuenta con los cuidados que esta patología conlleva.

La epilepsia es una patología de etiología multifactorial o multicausal, es un padecimiento biopsicosocial y uno de los desórdenes neurológicos más comunes, sin embargo, aún no se conocen muchos de sus aspectos, tales como sus repercusiones sociales. Las personas epilépticas difieren cada una en sus padecimiento tanto en la frecuencia de las crisis, las incapacidades y las disfunciones asociadas a ésta. La epilepsia no solo afecta al epiléptico sino también a su familia y entorno social y se vive de manera diferente, dependiendo del sexo, de la edad de inicio y clase social del sujeto.

En un estudio sobre epilepsia realizado por científicos mexicanos, los sujetos de estudio no solo se quejaban de la enfermedad, ya que afecta la vida diaria, sino que también se sentían dependientes, clínicamente temerosos de la frecuencia y recurrencia de las crisis, el rechazo y burla de los demás, algunos hasta son rechazados del ámbito escolar y laboral. Por lo tanto, el entender la epilepsia es importante ya que se permitirá que se vayan subsanando ideas erróneas, temores infundados y el rechazo y marginación que se ha mostrado hacia los epilépticos, lo que hará posible su mejor integración.

La epilepsia según estudios de investigadores franceses, en un 70% inicia a los 6 años de edad, el 20% se inicia en el primer año de vida, y en México, según estudios, el 60% inicia antes de los 20 años y el 36% entre los 2 y 10 años de edad.

Al paciente epiléptico se le debe tener ciertos cuidados, donde implica el no abandonar el tratamiento, y en caso de que el entorno del individuo se haga objetos que lo puedan lesionar, retirarlos o que cuando el paciente siente el aura (aviso de la epilepsia), busque un sitio adecuado y así evitar lesiones; se le recomienda actividad física de tipo aeróbico, si es necesario se haga acompañar por alguien que sepa de crisis epiléptica y aplicar primeros auxilios, como es la protección de la lengua, etc.