Esto no se acaba aquí, vamos a seguir trabajando: Rosa María Guerrero al llegar a Mazatlán con su bronce paralímpico

Carlos Robles
08 septiembre 2021

La medallista de bronce en Tokio 2020 llega al puerto y es recibida como la campeona que es, situación que la conmueve hasta las lágrimas

MAZATLÁN._ Al ritmo de la música sinaloense y el mariachi fue recibida en el puerto la medallista de bronce en los Juegos Paralímpicos Tokio 2020, Rosa María Guerrero Cázares.

En un ambiente de fiesta y algarabía arribó al Aeropuerto Internacional Rafael Buelna la deportista mazatleca, quien fue recibida por familiares y amigos, para celebrar su más reciente logro.

Guerrero Cázares dejó ver el fervor que siente por el enorme logro obtenido en Japón, al exhibir la medalla de bronce que logró obtener en la competencia de lanzamiento de disco F55, tras registrar una marca de 24.11 metros, exhibiendo una gran satisfacción.

“Estoy muy emocionada de tener aquí a mis papás, quisiera darle las gracias a Dios por permitirme tener a mi lado a unas personas tan maravillosas que me siguen apoyando”, dijo Guerrero Cázares.

“Ahora vamos a seguir trabajando que esto no se acaba aquí, vamos a seguir trabajando muy fuerte, ya que todo es obra de mi entrenador, así como el empeño y la dedicación”.

Asimismo, Rosa María expresó estar muy agradecida por las distintas muestras de cariño que recibió en su llegada al puerto, al punto de no contener la emoción y desbordar algunas lágrimas.

“Me siento muy orgullosa de mi tierra, muy orgullosa de mi México, mi Sinaloa, y aún muchísimo más de mi puerto de Mazatlán. Estoy muy agradecida con las muestras de cariño y este recibimiento”.

Quienes también dejaron ver una enorme satisfacción por el enorme logro obtenido por Rosa María fueron sus padres César Guerrero y Alicia Cázares, así como su hermano César.

La para atleta, quien logró darle esta medalla a México el pasado 27 de agosto al quedarse en el tercer puesto de dicha competencia, declaró que todo el camino ha sido complicado, pero que ha valido la pena totalmente.

“Valió muchísimo la pena. Valieron mucho la pena todos los entrenamientos, así como el ser una persona dedicada, pues soy muy disciplinada y esto lo valió todo”.

Finalmente, Rosa María dejó claro que se siente agradecida por contar con la presencia y el apoyo de personas muy importantes en su vida, como lo son sus familiares y amigos, así como su entrenador.

“Estoy muy emocionada, tener a mis papás, y darle las gracias a mi Dios por permitirme tener a mi lado a personas tan maravillosas que me siguen apoyando. Todo es obra de mi entrenador, el empeño y la dedicación.”

A tierras mazatlecas, Rosa María llegó acompañada por el entrenador Juan Castellanos, con quien estuvo trabajando gran parte de su preparación de cara a esta competencia, haciendo campamento en Mazatlán y la Ciudad de México.

La última sorpresa para Rosa María fue a la salida del Aeropuerto, donde el mariachi y la banda sinaloense comenzaron a sonar haciendo retumbar el Corrido de Mazatlán y El Sinaloense, para amenizar y festejar el regreso de la deportista.