Gabriela Agundez y Alejandra Orozco regresan a México con medalla de bronce de Tokio 2020

Noroeste/Redacción
06 agosto 2021

Las mexicanas le dieron al país un bronce en clavados

MÉXICO._ La pareja de Gabriela Agundez y Alejandra Orozco regresó a México después de conseguir la medalla de bronce en plataforma de 10 metros, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Agudez y Orozco se mostraron contentas por el resultado conseguido en la fosa de clavados del Centro Acuático de Tokio, donde se sumaron a los medallistas olímpicos.

“Faltaba un clavado y dijimos vamos hacerlo bien, solo es uno más, así que así lo hicimos”, mencionó Agundez.

Agregó que con la primera persona que hablo fue su mamá, porque “es alguien muy importante, está en cada momento en las buenas y en las malas”.

Expuso que esta medalla se la dedica a todas las personas que han estado con ellas, al entrenador Iván Bautista que la apoyo cuando más lo necesitaba, a su familia y la gente que las apoyo.

Las mexicanas Agundez y Orozco se ubicaron en el tercer peldaño con puntación 299.70, superadas por las chinas Yuxi Chen y Jianqi Zhang con 363.78.

Por su parte, la luchadora Jane Valencia mencionó que viene un ciclo olímpico corto y hay muchas cosas de por medio.

“Tengo que pensar con la cabeza fría, sin emociones y ya que esté más tranquila, poder decidir lo que voy hacer”.

En cuanto a su combate , en el cual enfrentó a la representante del Comité Olímpico Ruso, Valeria Koblova, quien se impuso 5-2, manifestó que “sabía que iba hacer una pelea muy cerrada, en los Olímpicos no muchas veces es 10 a 0. Las luchas son muy cerradas, si hubiéramos tenido participación, en el arbitraje no se hubieran permitido tantas cosas”, mencionó.

En tanto que la velocista Paola Morán señaló que no estuvo satisfecha con su participación, sin embargo, aprendió y continuará preparando sus marcas para empezar la siguiente temporada.

La atleta participó en 400 metros planos y se ubicó en quinto sitio de las semifinales con registro de 51.06, logrando mejor marca de la temporada.

Concluyó que Japón fue un excelente anfitrión, que tuvo unos Juegos Olímpicos especiales y únicos.