Joselin Guzmán Guillén, su pasión por el agua la lleva a incursionar en la natación adaptada

Noroeste/Redacción
18 agosto 2021

La adolescente de 16 años de edad inició su camino en el paratletismo de la mano de Juan Castellanos, pero decidió incursionar en la natación

MAZATLÁN._ Tiene apenas tres meses en la práctica de la natación, pero su desempeño y dedicación la podrían poner en situación de competencia el próximo año.

Joselin Guzmán Guillén es una adolescente de 16 años de edad que inició su camino en el paratletismo de la mano de Juan Antonio Castellanos, encargado de Deporte Adaptado del Instituto Municipal del Deporte, pero decidió incursionar en la natación porque le gusta el agua.

“De lo primero que hablamos fue que no se frustrara si no sentía avances, pero está mejorando mucho. De empezar de cero, de un nivel principiante, va a un nivel intermedio ahorita, ya está un poquito más adaptada a lo que es un grupo y a lo que es el deporte de la natación adaptada”, dijo su entrenadora Karen Aguirre.

Tras realizar un chequeo de evaluación con el profesor Rafael García, director de Alberca Olímpica Imdem, y pasar la capacitación de adaptación, Elizabeth Joselin fue incorporada a un grupo de entrenamiento.

“Aunque suene a cliché, la natación se ha convertido para ella en un estilo de vida. Hemos trabajando desde lo más básico como son las respiraciones, hasta la adaptación de los carriles y ya empezamos a ver sus avances”, comentó.

El proceso no ha sido fácil, incluso ha pasado días duros tratando de sentirse segura en el agua, pero el apoyo de su familia, entrenadores y autoridades, en este caso del Imdem, le ha valido para darle la confianza suficiente para salir adelante.

“Se ha notado mucho el avance, tanto en lo físico como en lo mental y cómo se visualiza ella en el agua, ha sido un trabajo en equipo. Vamos rumbo a un caso de éxito”, expresó.

“Guiarla es todo un reto. A como va y si le sigue echando ganas, el próximo año podría estar ya en competencia en una o dos pruebas”.

Beneficios múltiples

La natación fue considerada como deporte paralímpico en los Juegos de Roma 1960 y hoy en día es una de las mejores opciones para disfrutar de beneficios tanto físicos como emocionales, además, se han observado múltiples propiedades terapéuticas para las personas con discapacidad, como pueden ser la mejora de la coordinación y el equilibrio, el desarrollo muscular y el control del peso, entre otros.