Juan Carlos Ferrero explica su separación de Carlos Alcaraz
El ex número uno del mundo aclaró que la ruptura se debió a diferencias profesionales y no a conflictos personales
La separación entre Juan Carlos Ferrero y Carlos Alcaraz sacudió al tenis internacional, pues no solo se rompió una relación entrenador–jugador, sino uno de los proyectos más sólidos y exitosos de los últimos años.
En entrevista con Marca, Ferrero explicó que la decisión no fue abrupta ni motivada por problemas personales, sino por diferencias profesionales que surgieron al cierre de la temporada y que no lograron resolverse.
El ex entrenador detalló que, como cada final de año, llegó el momento de revisar contratos y condiciones de trabajo, y ahí aparecieron los desacuerdos.
“Cuando se acaba un año se tienen que ver ciertas cosas a nivel contractual y, de cara al siguiente, había puntos en los que no estábamos de acuerdo”, señaló. Añadió que ambas partes defendieron lo que consideraban mejor para sí mismas, sin que existiera conflicto interno.
Ferrero reconoció que algunos temas pudieron haberse solucionado con diálogo, pero al no sentarse a discutirlos, se decidió no continuar. Pese a ello, insistió en que el balance deportivo y humano fue altamente positivo.
“El año ha sido muy bueno a nivel de resultados y la relación entre los dos ha sido espectacular”.
El técnico recordó que la incorporación de Samuel López al equipo buscaba dar aire fresco y prolongar la relación, y negó que hubiera episodios negativos durante su etapa con Alcaraz.
“Tuve la suerte de encontrar a una persona capaz de aprender a una velocidad increíble todo lo que se le intentaba enseñar”, afirmó, subrayando el agradecimiento mutuo.
Ferrero admitió que la ruptura fue emocionalmente compleja por el vínculo construido durante años, pero confía en que Alcaraz superará la situación y llegará a Australia con buen nivel. También destacó la capacidad de López para liderar el proyecto en solitario.
Finalmente, el exnúmero uno se mostró orgulloso de su entrega y descartó que motivos económicos fueran la causa de la separación.
“Me he dejado el alma en este proyecto”, dijo, y aunque reconoció que será difícil no verlo competir, dejó abierta la puerta a una futura reconciliación: “Con la relación que hemos tenido, no sería lógico cerrarla definitivamente. Le deseo lo mejor. Tiene posibilidades de ser el mejor tenista de la historia”.