'Me sentí como si hubiera pegado un jonrón'
"En la sala de espera del Aeropuerto de Culiacán ya se encontraba desde casi media hora antes la familia de Cosme "Chino" Rivera y su entrenador Daniel Castro"
CULIACÁN._ Contrario a lo habitual, el vuelo llegó a tiempo, pero en la sala de espera del Aeropuerto Internacional Federal de Culiacán ya se encontraba desde casi media hora antes la familia de Cosme "Chino" Rivera y su entrenador Daniel Castro.
La jubilosa espera era meritoria, Cosme había ido a Washington para enfrentar al local Ty Barnett, quien además promovía su propia pelea, y lo noqueó en el noveno round.
El "Chino" llegó con el rostro limpio, como si no hubiera peleado; vestía una playera Aeropostale roja con rayas negras, jeans azules y una gorra también roja, y sólo cargaba un equipaje de mano.
'Sentí como si hubiera metido un jonrón'
Apenas cruzar la puerta fue recibido con un abrazo por su esposa Carolina y sus hijos Cosme y Ailyn; a un lado, la familia de Daniel también le daba la bienvenida. Estaban además algunos amigos, como Miguel Bernal y José Rojo.
"Sabíamos que teníamos que ir a hacer la pelea porque una decisión no nos la iban a dar, pero llegó el nocaut en el noveno round y me sentí como si hubiera metido un jonrón", comenta el veterano peleador luego de ser felicitado por toda la comitiva.
Mientras Daniel toma a su pequeño hijo en hombros y le pone su gorra, empiezan las preguntas sobre la contienda, y Cosme narra emocionado cómo desde el séptimo round se dio cuenta que tenía en malas condiciones a Barnett, por lo que en el octavo salió a presionarlo, como la fiera hambrienta que se abalanza sobre el ciervo ajeno a la proximidad de la muerte.
"Le dije a Daniel: está mal, éste es mío ya. Cuando ya casi se acababa el noveno esquivé su derecha, hice una lateral y lancé mi derecha por arriba. Le pegué en la barbilla y se fue para abajo", cuenta con el brillo del éxtasis aún en los ojos.
A Cosme se le pierde la mirada en algún punto de la sala de espera del aeropuerto, como saboreando el momento otra vez, y luego dice: "cuando lo miré abajo sentí mucha emoción, porque ya se veía sin fuerza, y a como le iba contando la réferi nos dimos cuenta que ya no se iba a levantar". Y todos sonríen y lo felicitan de nuevo.
Pero la crónica de aquella hazaña no termina ahí, y mientras los integrantes de la familia Castro se ponen de acuerdo a dónde irán a festejar, el "Chino" recuerda que al concluir la pelea un aficionado subió al ring y lo derribó sobre la lona en reclamo por haber noqueado al héroe local. El personal de seguridad intervino y el veterano peleador sólo se resiente de un dolor muscular en la espalda debido a la caída.
Los Castro ya han decidido que irán a cierto restorán y ahora dialogan sobre cómo se acomodarán en los tres vehículos en que llegaron. El festejo no es para menos, pues resulta que también es cumpleaños de Natalia, la hermana de Daniel.
Ahora, a esperar
Cosme se quita la gorra para unas fotografías y muestra su calva, con más huellas por sus 37 años de edad que marcas por los cabezazos y golpes en 20 años de carrera boxística.
El guerrero de Huatabampo, radicado desde joven en Culiacán, está consciente de que muy difícilmente se le presentará otra oportunidad como aquella que se le dio en el 2005, cuando retó al estadunidense Zab Judah, entonces campeón ecuménico de peso welter avalado por tres de los cuatro organismos rectores del boxeo.
Pero los sueños de Cosme ya no se centran en eso, sabe que un campeonato del mundo ya no es prioridad.
"Siempre he querido estar peleando en México y que me vean en la tele", responde al ser cuestionado sobre qué espera tras el triunfo sobre Barnett, "pero ahora es muy difícil, aquí cuidan mucho a los plebes. Vamos a ver qué oportunidad se nos puede dar por ahí".
Por el momento sólo tiene contemplado descansar una semana y viajar a Sonora para visitar a su madre, lo demás vendrá solo, confía.
El "Chino" vuelve a ponerse la gorra roja y toma su equipaje de mano, todos se encaminan hacia el estacionamiento del aeropuerto, sonríen. Daniel aún lleva a su hijo en hombros. El relajo sobre quién se va con quién se reanuda y empiezan a dirigirse por grupos hacia donde están los vehículos aparcados.
"Llegó el nocaut en el noveno round y me sentí como si hubiera metido un jonrón"
Cosme "Chino" Rivera
Boxeador