Osteocondroma

Dr. Epifanio Castañeda Labra
07 diciembre 2023

Amigo lector de Noroeste, el siguiente tema a tratar es una alteración en hueso, esto lo puede poner a la defensiva, pero no se preocupe, mejor ocúpese. Este es una alteración en hueso, pero así como existe esta, también hay múltiples afectaciones a hueso lo que en ocasiones puede ser asintomático y encontrarlos como un hallazgo incidental, estas alteraciones a hueso pueden ser genéticas, adquiridas o de origen desconocido. Cuando se encuentra o se descubre una alteración en hueso es necesario darle seguimiento ya sea por su crecimiento o sospecha de malignidad.

El osteocondroma, la OMS lo define como “una excrecencia ósea recubierta de cartílago que se desarrolla en la superficie externa de un hueso”. Es la lesión ósea más frecuente, representando entre 20 a 50% de todos los tumores óseos benignos. Estos tumores son hallazgos “normalmente” incidentales antes de la tercera década, a la palpación se encuentra una protuberancia y va creciendo, por esto el seguimiento del mismo, dejando de crecer cuando se alcanza la maduración ósea, lo que ocurre antes los 15 y 30 años, puede realizarse el diagnóstico posterior a la tercera década, pero ya consolidado.

Las alteraciones a hueso se desarrollan en las metafisis (partes proximal y distal del hueso) de los huesos largos, con preferencia por los miembros inferiores, sobre todo la rodilla. Muy frecuentes en húmero en su porción proximal y menos frecuente en los huesos planos (donde se observan más es en el frontal) y en el esqueleto axial. El tamaño oscila entre uno a diez centímetros; en los jóvenes el grosor de la capa de cartílago oscila entre 1 – 3 centímetros, mientras que en los adultos es de pocos milímetros o ausente. Estas “deformaciones” del hueso pueden afectar otras estructuras de tejido blando entre estos tendones, ligamentos, nervio, etcétera.

Dentro de las variantes de osteocondroma, incluyen exostosis subungueal (bajo las uñas), en torreta, por tracción, proliferación osteocondromatosa parostal bizarra, y periostitis florida reactiva, también se han descrito secundarios a traumatismos, generalmente referidos a daños o injurias de Salter-Harris. También se han asociado a radiación entre 6 y 24%, principalmente pacientes de neuroblastomas y tumor de Wilms, donde la dosis es alta, siendo el periodo de aparición entre 3 y 17 años. En deportistas amateur es muy frecuente las periostitis tibial con predominancia en atletismo, box, aunque otras disciplinas también se presenta, estas al no tratarse y estar en constantes relesiones puede originar la presencia de osteomas.

La lesión puede ser pedunculada o sésil, según el tamaño de la base de implantación al hueso huésped, mostrando los primeros base estrecha con tallo de longitud variable que termina en forma de copa y en dirección contraria a la articulación adyacente. La lesión es continuación del hueso huésped tanto de la medular como de la cortical y son típicas las calcificaciones condroides más o menos numerosas en la porción distal del osteocondroma. Cuando el condroma se encuentra cerca del tendón, o vísceras (pulmón, vejiga urinaria, etcétera), la sintomatología va a ser de acuerdo a la estructura comprometida, también puede causar compromiso vascular, secuelas neurológicas, fractura del propio osteoma, formación de bursas con mayor frecuencia en escápula.

Porque darle seguimiento a los osteomas, estos pueden sufrir una trasformación maligna, que en los osteomas primarios no es frecuente y rara antes de los 20 años, y que casi siempre es a condrosarcoma en relación con la capa cartilaginosa y en raras ocasiones a osteosarcoma en relación con la base del tallo. Usted padre de familia tiene que observar a su hijo y hacerlo corresponsable de la vigilancia, y ante cualquier dato acudir con el médico (Traumatólogo): 1) crecimiento rápido después de la maduración esquelética, 2) Aparición de dolor no justificado, 3) Aumento de grosor de la capa cartilaginosa de más de tres centímetros, 4) Aparición de calcificaciones en la capa cartilaginosa, 5) Erosión o destrucción del hueso adyacente, 6) Masa de partes blandas, sobre todo conteniendo calcificaciones irregulares o dispersas.