Peregrinan en bicicleta desde Yucatán para visitar a la Virgen del Rosario y otros santuarios de México

Hugo Gómez
19 octubre 2025

Con objetivo de visitar 20 santuarios en diferentes estados de la República Mexicana, Edil, Jesús, José y Martín, llegaron al Santuario de Nuestra Señora del Rosario que se convirtió en el número 15 al que acuden en su peregrinación

EL ROSARIO._ Con sus bicicletas cargadas de refacciones, objetos personales, imágenes, un cúmulo de experiencias, pero sobre todo una gran devoción en la Virgen de Guadalupe y Dios, Edil Chan, Jesús Tec, José Sarabia, Martín Dzul, desde hace dos meses y medio que salieron de Yucatán para peregrinar por veinte de los principales santuarios de la República Mexicana.

Así lo informaron al llegar al Santuario de Nuestra Señora del Rosario, el cual se convierte en el número 15 en visitar tras salir el 2 de agosto del presente año de sus comunidades Ticul, Seyé, Oxkutzcab, del estado ubicado en sureste del país.

“Más que nada es una manda a la virgen de Guadalupe en la cual tenemos 20 promesas que visitar, iniciamos en Juquila, Oaxaca”, explicó Edil Chan, joven de 25 años.

Con este peregrinar, explicó que han recorrido los estados de Pueblo, Tlaxcala, Jalisco, Guanajuato, Aguas Calientes, Zacatecas, Nuevo León.

En el estado de Sinaloa, refirió que en primer lugar acudieron a Badiraguato, para trasladarse al municipio de Rosario, al santuario ubicado en la cabecera, para continuar a Zapopan, Jalisco; Acambaro, Guanajuato; Chalma, Estado de México, La Villa.

Chan, precisó que esperan cerrar este peregrinar el próximo 12 de diciembre a los pies de la virgen morena en su localidad.

“Un aproximado de 10 mil kilómetros (se ha recorrido), en dos meses y medio; Pues más que nada no ha sido nada fácil pues por todo lo que conlleva, el tráfico, las carreteras, los baches, el tránsito y todo, el clima nos ha tocado sol, lluvia, hambre, sed pero nunca hemos pedido la fe para lograr nuestro propósito”.

Jesús Tec, de 25 años, refirió que desde hace dos años se venían preparando para esta peregrinación, desde la adquisición de bicicletas, sus refacciones, y ahorros ya que sostuvo que al tener familias tuvieron que dejarles dinero por su ausencia.

Explicó que cada bicicleta tiene un peso de alrededor de 60 kilos, entre refacciones, sus enseres personales y de higiene, comida, agua, imágenes, cobijas, además del peso personal que oscila entre los 80 a 90 kilos.

“Nos preparamos de todas las maneras, físicamente, psicológicamente, emocionalmente, porque si hay momentos que a veces en que uno se desespera, el entra miedo porque nos cuentan cosas de diferentes estados, pero nosotros nos preparamos con mucha fe y no tenerle miedo a nada ni nadie”, declaró.

Manifestó que la seguridad reside en la confianza de que son personas de bien, peregrinos de esperanza y mensajeros de la fe.

José Sarabia, de 47 años, manifestó que dentro de su peregrinar lo dedicó a su hijo Ángel Guadalupe por quien pidió la intercesión pero a pesar de que fue llamado a la casa del Padre celestial hace seis años falleció, sostuvo la promesa de visitar a la Virgen del Rosario.

“Pero aún así esa promesa siguió en pie y después de 6 años, bendito Dios, ya estamos aquí apunto de cumplir la promesa, en lo personal fue lo que me movió”, relató.

Argumentó además que a lo largo de este caminar se han encontrado tramos donde han estado a punto de desfallecer pero han encontrado la fuerza en sus compañeros y Dios para seguir adelante.

El tramo más difícil hasta el momento, recordó, fue la primera parada en Juquila al santuario de la virgen del mismo nombre.

“Los tramos más difíciles para nosotros fue el trayecto de llegar al Santuario de la Virgen de Juquila, ese ha sido uno de los tramos más difíciles porque es muy alto, pues es muy alto en la serranía, hay lugares donde llegábamos donde sinceramente por el peso de las bicicletas no podíamos subir, teníamos que subir a pie, lluvias”.

La pendiente más alta hasta el momento ha sido de 40 kilómetros a pie, entre otros lapsos de 100 a 180 kilómetros donde no encontraban nada para alimentarse.

Por su parte, Martín Dzul, de 33 años, indicó que en lo tocante al encuentro con las personas de los diferentes lugares que han visitado han sido muy hospitalarios en contraste con los comentarios que habían recibido, particularmente de Sinaloa.

“A pesar de que no nos conocen nos abrieron la puerta de su casa, nos dieron un plato de comida, yo congenie como si hubiera sido mi casa, y nos estamos llevando un buen sabor de bocas de Sinaloa porque en Yucatán dicen otras cosas, hablan de mucha violencia pero no al contrario”, precisó.

Los únicos sinsabores, indicó, fueron en Mazatlán donde la Policía Municipal los sacó de la ciudad, y en el municipio de Elota, los detuvieron para inspeccionarlos.

Refirió que parte de su manda es reconciliarse con Dios, al perder el rumbo por los excesos, además de haber soñado a la Virgen del Rosario quien le dijo que no renunciara a la peregrinación, además de que difundiera el mensaje de la paz, para que no haya más enfrentamiento entre los hombres y se reconocieran como hermanos independientemente a su credo.

“Esta peregrinación me está sirviendo para volverme a reencontrar con él (Dios), para pedirle perdón porque le he fallado tanto como hijo, como esposo, pareja... Me está sirviendo mucho, gracias a esas cuatro personas que vienen conmigo”, sostuvo.

Fue alrededor poco antes de las 15:00 horas, que arribaron al municipio escoltados por elementos de Protección Civil hasta la cabecera municipal, para después acudir a la colonia Valle Nuevo donde un grupo de vecinos los recibió.

Dos horas más tarde se trasladaron al Santuario, donde de rodillas cruzaron el templo a los pies de la patrona de los rosarenses donde recibieron la bendición del vicario Alberto Ortega Navarro les brindó la bendición.