Alejandro Páez presenta su libro ‘Los vendedores de almas’

Marisela González
23 agosto 2025

El escritor y periodista presentó su más reciente libro en un acto que reunió lectores y amantes de la literatura comprometidos con la realidad social y política de México

MAZATLÁN._ La historia del profeta Sabbatai Zevi, considerado por muchos como el Mesías, el cual provoca una ruptura profunda dentro de la comunidad judía, presentó Alejandro Páez Varela en su más reciente novela: Los vendedores de almas.

Ana Blanco y José Galante, protagonistas de la historia, atrapados en ese convulso momento, huyen con sus familias, abandonando su amor y enfrentando una tragedia mayor que el exilio.

De eso trata la novela del escritor y periodista, actual director general del portal digital SinEmbargo y coconductor del programa de internet Los Periodistas junto a Álvaro Delgado.

Sin querer ser profeta y sin pensar en un futuro, dijo, que esta obra duró ocho años en una memoria USB guardada en un cajón de escritorio, y fue hasta cuando decidió escribir un libro más, que algo en su mente le llamó y le dijo “acá ando, acá ando”, narró ante el público que se dio cita en las instalaciones de la Casa del Marino, para estar en la presentación del libro.

Así, dijo, fue como sacó esa USB y llegó está novela, que sin querer narra lo que actualmente se vive en el País.

La obra, que mezcla el rigor periodístico con un estilo narrativo ágil, recorre linajes marcados por el exilio, la intolerancia religiosa, la migración y el terror en gestación. Páez Varela teje una historia que une tres linajes judíos y sigue sus trayectorias entre Tesalónica, Cracovia y Nuevo México, mostrando cómo la memoria, la violencia y la empatía se entrelazan con el devenir histórico.

El escritor agradeció la asistencia del público y les advirtió que no era una novela de amor.

“No recomiendo que piensen que se trata de una novela de amor porque no lo es. Siempre me salen balazos, mato a alguien, o alguien se sale por la tangente, etcétera y son las cosas que pasan en la novela. De verdad, muchas, muchas, muchas gracias por estar aquí esta tarde”, dijo el escritor quien desde el principio comentó que se siente muy mazatleco.

Consideró que la novela muestra estructuras sociales y prejuicios resuenan a través de generaciones y a través del tiempo.

“No sé cómo estuvo la idea de que coincidieran, creo que tiene una parte virtuosa del tiempo... es una novela muy rusa, sale mucho el Siglo 19, porque su construcción así está, incluso está guiada por el tema de la música, es muy del Siglo 19, el tema de los personajes, el uso del tema ‘almas’, o sea, no es una casualidad”, comentó.

“Pero ¿cómo pudo coincidir con uno de los actos más atroces de la humanidad, que es lo que está pasada hoy en Gaza?, ¿cómo pudo coincidir con el tiempo real ver gente que muere de hambre, que es lo que está pasando en Gaza?, hay niños muriendo de hambre, hoy, en este momento y eso es una gran, gran tragedia, viniendo de un pueblo que debió aprender su gran lección que fue ‘el que hombre, para el hombre siempre es un lobo, y así pasa”.

En la presentación, acompañaron a Páez Varela, el cronista de la Ciudad, Enrique Vega Ayala y Alonso Guerra, coordinador de Literatura en el Centro Municipal de Artes.

“El título de esta novela se refiere efectivamente al desarrollo original del tráfico de personas llamado inicialmente, según entiendo, compraventa de almas. Que en términos estrictos era y es tan perverso, tan infame, sombrío e ilegal como el de los espíritus en el mundo de la muerte.”, reflexionó.

Recordó que recientemente, leyó que existe una teoría que supone que el tiempo es la dimensión fundamental del universo.

“Esta interpretación asegura que el transcurrir del tiempo es multidimensional, no es necesariamente lineal como lo percibimos irremediablemente bajo los conceptos de pasado, presente y futuro”, explicó Vega Ayala.

“Y traigo a cuenta esta teoría porque la novela de Alejandro narra la vida de Ana Blanco, una mujer hermosa y noble, que sufría a causa de la gran tragedia que le aguardaba en su pueblo. En un recorrido de casi 300 años de Grecia a México, en principio me recordó el dicho de hegel de que las historias se repiten dos veces, pero además, porque el enlazamiento de las existencias de Ana Blanco observo un juego complejo y atractivo de varias dimensiones temporales enlazadas en esta obra en torno a una narración de amor, de solidaridad entre familias, amigas, amigos y parejas, paralelamente hay una descripción explícita del fenómeno conocido como la diáspora judía, a partir de sucesos familiares y grupales en los que se ven envueltos los personajes centrales, con el agregado de cómo se despliega el sentimiento antisemita que la acompaña a la diáspora incesantemente”, comentó.

Por su parte, Alonso Vega compartió con el escritor que no se encontró con el periodista en su narración, pero sí con situaciones muy interesantes.

“Desde que compré la novela lo primero que vi fue la portada, que me pareció bastante provocadora por lo que representa, el tren de la muerte de frente, me pareció muy provocadora y a partir de eso tomé la novela y algo que me llamó la atención es que no encontré al periodista, que generalmente estoy acostumbrado a escuchar o a leer en sus columnas y encontré al escritor , encontré a un Alejandro distinto y por momentos parecía que lo olvidé, y me encontré a una novela muy rusa, muy de otra época del principio del siglo del Siglo 19”, dijo Guerra.

“Cuando voy entrando a la novela, hay una serie de personajes que me imponen, pero el primero me hizo ser muy curioso el caso del Mesías, de Sabbatai Zevi. El personaje es impresionante, pensé que era un personaje ficticio ¿no?, es un personaje que se hizo llamar el Mesías después de Cristo y a partir de una situación se desencadena toda esta historia que por momentos da giros bien interesantes...pero a mí me gusta mucho el capítulo 12 donde hablas de la comida. Es uno de tus placeres, supongo, pero hay hasta recetas de comida, hay una, o sea, el libro sabe, huele, tiene sabor a miel, tiene olores, por eso hay que leerlo”, explicó.