Ana Graciela Morales gana el octavo Concurso de Canto Sinaloa 2016

Héctor Guardado
06 mayo 2016

"La cantante resulta triunfadora en la final realizada en el teatro Pablo de Villavicencio"

En una emocionante y reñida competencia en la que 20 jóvenes entre los 20 y 33 años de edad de México y una participante de Rusia que se disputaron los premios de la octava versión de Concurso Internacional de canto Sinaloa 2016, triunfo la soprano de la Ciudad de México, Ana Graciela Morales, que supo tejer finito en la elaborada filigrana de la música barroca de Handel.

La complejidad de la emotiva pieza de la ópera Julio Cesar, fue construida nota a nota, acarició el oído del auditorio y deslumbró al jurado y al público con su capacidad para construir matices con su voz y crear con eso una atmósfera emotiva que envolvió a los presentes.

La joven de 24 años, se asumió como Cleopatra, la legendaria reina de Egipto, en el aria Piangero la sorte mía, en la que expresa su profundo sufrimiento de perder su reino a manos de su hermano Ptolomeo y junto a esa desgracia, su amor también peligra, es esa desazón profunda que experimenta el ser humano en momentos difíciles lo que plasmó Handel en la música de esa fina pieza de orfebrería vocal y Ana Graciela Morales supo aprovechar esas cualidades y construirlas con su voz.

El segundo lugar se lo llevó la soprano de la Ciudad de México, Diana Mora, su portentosa voz convenció al jurado, su fuerza desbocada inundo el Teatro Pablo de Villavicencio cuando, con pasión fuera de control, cantó el aria Qual fiamma stridono lassu, de la ópera Payasos, de Leoncavallo.

El barítono regiomontano José Gerardo Becerra obtuvo el tercer lugar con una bella aría, Questo amor, vegogna mia de la ópera Edgar de Puccini, el jurado premio la técnica y sobre todo la entonación.

En su octava versión El Premio sinaloense se consolidó como uno de los dos certámenes más importantes de México que apoyan a la nueva horneada de talentos vocales de México, junto al Morelli, por la seriedad y la exigencia del jurado.

Destaca la manera en que acoge a los muchachos, les ofrece un taller de perfeccionamiento antes de las eliminatorias para consolidar sus arias, los finalistas se les dan viáticos desde que son seleccionados hasta que termina el concurso, pocos certámenes hacen eso, en México sólo este, y por la cantidad de premios que entrega, este año fueron 19 apoyos, la mayoría económicos.

Los finalistas estuvieron acompañados por la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes, dirigida por el maestro Enrique Patrón de Rueda, que les da seguridad a los cantantes al acompañarlos en cada frase, los guía, nos los deja sólo, se escucha cuando los couchea para crear emociones, parapreparase para los agudos o corregir la entonación, los protege como si fueran sus hijos. 

Fuera de los premios quedaron dos cantantes que cimbraron al teatro por la emoción impresa en sus interpretaciones pero que fallaron en ese renglón.

La soprano Carolina Wong, de Culiacán, se convirtió en la Princesa de hielo de la ópera Turandot, interpretó el aria In questa reggia, de Puccini, en esta aria plantea el origen emocional de la furia de una mujer impenetrable y cruel, ella dio con el tono, la intención y la fuerza de su voz convenció e hizo vibrar los corazones que sintieron a través de los sonidos la profunda humanidad que Puccini, imprimió a esta obra.

El tenor oriundo de Guadalajara, Héctor Rosendo Valle, creó un momento inolvidable para el concurso cuando interpretó Che gélida manina, la famosa aria de la ópera La bohemia, esa que le permite a los que la oyen, volver a sentir la profunda belleza de la revelación del amor, que se presenta ingenuo, suave y poderoso, nuevamente Puccini retrata con música esa emoción que todos quisieran sentir o volver a sentir.

La representante de Mazatlán, Eimy Sánchez fue muy valiente, le apostó a una aria poco conocida y compleja técnicamente, que pertenece a la ópera mexicana más portentosa que se ha escrito en este país, Atzimba, del duranguense Ricardo Castro.

La soprano mazatleca con esa acción mostró su amor por este arte y por la necesidad de difundir esta ópera para que se convierta en parte del repertorio nacional y mundial. 

Una revelación por la frescura de su voz y la alegría con que asume la ópera fue la participación del tenor veracruzano Leonardo Sánchez, que cantó la encantadora canción alemana de Franz Lehár Dein ist mein ganzes herz.

 

PARA SABER Participaron 78 jóvenes de diferentes estados del país, una rusa, una guatemalteca y un estadounidense.

 

LOS FINALISTAS

Las tesituras de los 20 finalistas:

9 sopranos

2 barítonos

2 mezzosopranos

1 bajo

 

LOS PREMIOS

Primer lugar: Graciela Morales, 70 mil pesos.

Segundo lugar: Diana Mora, 50 mil pesos.

Tercer lugar: José Gerardo Becerra, 40 mil pesos.

Revelación juvenil: Leonardo Sánchez, 20 mil pesos.

Premio del público: Carolina Wong, 20 mil pesos.

Premio revelación: Alma Carolina Wong Culiacán 1500 dólares.

Premio DIF: Carlos Alberto Velázquez, 1500 dólares.

Premio Coppel Ricardo Cevallos 5 mil dólares.

Premio Colegio de Sinaloa: Ricardo Cevallos, Denís Vélez Rosendo Valle 75 mil pesos.

Premio San Miguel: José Gerardo Becerra, 3250 dólares.

Premio INBA: Ana Graciela Morales, Participación en una producción de Bellas Artes.

Premio familia Medina Laveaga: Andrea Cortez, 2500 dólares.

Premio SAS: Rosa Muñoz, 5 mil pesos mensuales (un año).

Premio Ayuntamiento Mazatlán: Eimy Sánchez, 3 mil pesos mensuales.

Premio Sofonic Eimy Sánchez, Grabación demo.

Premio especial SAS: Sugey Castañeda, Mariana García, 1500 dólares cada una.

Premio Merola: Diana Mora, Audiciones en teatro de Estados Unidos