Anuncian residencias literarias en la casa donde García Márquez escribió Cien años de soledad

Noroeste/Redacción
26 marzo 2021

Ciudad de México._ La Fundación para las Letras Mexicanas inicia las actividades de un nuevo programa de estímulo a la creación literaria: el Programa de Residencias de la Casa Estudio Cien Años de Soledad.

Este nuevo centro literario, ubicado en la Calle de la Loma, en la colonia Lomas de San Ángel Inn, al suroccidente de la Ciudad de México, recibirá durante el periodo de un año a nueve autores de lengua española, quienes podrán dedicarse a la escritura de una obra en los mismos espacios donde Gabriel García Márquez compuso su obra maestra.

La Promoción 2021-2022 del Programa de Residencias incluye a los escritores Héctor Abad Faciolince (Medellín, Colombia, 1956), Leila Guerriero (Junín, Argentina, 1967) y Lina Meruane (Santiago de Chile, 1970), así como a los mexicanos Julieta García González (Estado de México, 1970), Bernardo Esquinca (Guadalajara, 1972), Miguel Tapia Alcaraz (Culiacán, 1972), Liliana Blum (Durango, 1974), Daniel Salinas Basave (Monterrey, 1974) y Vicente Alfonso (Torreón, 1977). Cada uno dispondrá de un área de trabajo habilitada en la planta alta de la Casa Estudio, así como de una ministración económica por un periodo de entre dos y cuatro meses.

Durante una reunión virtual de bienvenida a la Promoción 2021-2022, Eduardo Langagne, director general de la FLM, narró cómo en febrero de 2020 la casa de la Calle de la Loma fue donada por Laura Coudurier —hija de quien fue casero de García Márquez entre 1966 y 1967—, a la Fundación para las Letras Mexicanas, para que se convirtiera en la Casa Estudio Cien Años de Soledad.

En su oportunidad, Juan Villoro, director de proyectos de la Casa Estudio, expresó: “El título provisional de Cien años de soledad era La casa. En la casa de la Calle de la Loma, García Márquez y su familia vivieron años difíciles, pues pasaron complicaciones económicas. A pesar de esa circunstancia, el lugar es un sitio muy cómodo y atractivo, y está en un barrio muy tranquilo, enormemente propicio para la escritura. La Casa Estudio tiene el aura de García Márquez, pero progresivamente se irá cargando del aura de cada uno de los integrantes del Programa de Residencias que pasarán por sus espacios”.

Durante sus respectivos periodos de estancia, los integrantes del Programa de Residencias se dedicarán a proyectos que recorren distintos géneros.

Así como Héctor Abad Faciolince, quien ha iniciado su residencia el 25 de marzo, se concentrará en una novela sobre un sacerdote que descubre las delicias de la vida familiar, Lina Meruane trabajará en una serie de cuentos y una obra de teatro, Leila Guerreiro dedicará su tiempo a la preparación de una crónica compaginando la investigación y la escritura, y Julieta García González en un libro de ensayos sobre la presencia de los perros en la vida de los seres humanos.

Bernardo Esquinca ya se halla preparando una novela que ocurre en 1847, durante la Guerra entre México y Estados Unidos. Vicente Alfonso explora actualmente mediante los recursos de la ficción la dinámica de los secretos familiares a partir de una historia real, y Liliana Blum se plantea abordar la figura del padre en la que será su cuarta novela, mientras que Daniel Salinas Basave, quien participa en el programa en el marco de un convenio de colaboración con la Secretaría de Cultura de Baja California, tiene planeado avanzar en una serie de ensayos sobre ucronías literarias.

Por su parte, Miguel Tapia Alcaraz, quien desde hace varios años reside en Francia, lugar donde ha escrito toda su obra sobre asuntos de la vida en México, aprovechará esta estancia de vuelta a su país natal durante el verano para contar una historia ambientada en el extranjero. En su participación, Héctor Abad Faciolince confesó: “Ojalá en la Casa Estudio habite algún fantasma que nos sople algunas palabras al oído; sería muy conveniente que pudiéramos recoger la voz de ese fantasma en nuestra escritura”.

Miguel Limón Rojas, presidente de la Fundación para las Letras Mexicanas, recordó cómo, durante los preparativos para el surgimiento de la institución, Gabriel García Márquez “nos ayudó con sus consejos, puntos de vista y sugerencias, y nos acompañó en el centro de la mesa cuando echamos a andar los trabajos de la Fundación, el 8 de mayo de 2003 en la Biblioteca de México.

Además, el Gabo visitó reiteradamente la sede de la Fundación para platicar con los jóvenes becarios, para responder sus dudas y leer sus trabajos.

Esta presencia y ese aliento tuvieron un gran significado”. En torno del nuevo Programa de Residencias, Miguel Limón Rojas añadió: “No sabemos si la Casa Estudio tenga o no fantasmas, pero ahí se escribió una de las grandes obras de la literatura universal.

Este hecho es tan poderoso que sin duda inspirará a quienes van a ejercer su oficio durante algunos meses para dar a luz nuevas obras que serán gozadas por muchos lectores”.

Este proyecto de impulso a la creación se une a las actividades gratuitas de discusión, formación y divulgación en el campo de las letras que ha desarrollado la Casa Estudio Cien Años de Soledad desde noviembre de 2020: un ciclo de mesas redondas sobre literatura infantil y otro en torno a la frontera y la escritura, un taller de guion de series televisivas a cargo de Alberto Barrera Tyszka y uno de periodismo de investigación que dirige Daniela Rea, así como dos ciclos de charlas: uno en torno a la obra de Gabriel García Márquez que imparte Juan Villoro y otro sobre narradoras latinoamericanas del Siglo 20 a cargo de Lucía Melgar.

Estos dos ciclos de charlas se transmiten de manera gratuita y abierta por redes sociales y a lo largo de seis semanas han alcanzado ya a 140 mil internautas en más de 12 países.