Borges era sumamente divertido
"María Kodama, viuda y mano derecha del poeta argentino, comparte anécdotas del escritor"
Nelly Sánchez/Enviada
GUADALAJARA._ Cuando Jorge Luis Borges fue a Chile a recibir el Doctorado Honoris Causa en 1976, supo que jamás le darían el Premio Nobel, pero jamás lo añoró, era un hombre que nunca se traicionaría, contó su viuda María Kodama.
En un acercamiento con los lectores de la Feria Internacional del Libro, donde Argentina es el país invitado de honor, Kodama reconoció que lógicamente en su país siempre decían que ojalá lo ganara, y había una especie de luto nacional cada vez que no.
"Una vez lo invitaron a Chile a recibir el Doctorado Honoris Causa, suena el teléfono, era un periodista que llamaba de Estocolmo, yo siempre lo dejaba solo cuando hablaba, pero me retuvo y por lo que decía deduje lo que el otro preguntaba... que si él continuaba con ese plan no lo iba a tener y lo iba a perder para siempre", narró.
"Él le dijo, le agradezco mucho el consejo que me da, pero le quiero decir algo, hay dos cosas que uno no puede hacer, sobornar ni dejarse sobornar y yo voy a chile. Entonces supo que jamás se lo iban a dar y lo admiré mucho más, no traicionarse a sí mismo, no importa lo que se pierda y eso fue para mí lo máximo".
Ante cientos de lectores, la traductora y albacea de la obra del poeta y ensayista contó que sus amigos la criticaban por salir con Borges.
"Mis amigos decían pero como salís con el viejo y sus laberintos, eso es un espanto", dijo, provocando la risa de los asistentes.
"Pero venga, conózcanlo, primero: no es un espanto, después: los laberintos me fascinan, él era sumamente divertido, hacía reflexiones muy divertidas y yo me la pasaba bomba con él".
Kodama fue el brazo derecho de Borges, se casó con él unos meses antes de que falleciera, y hoy a sus 77 años preside la Fundación Internacional Jorge Luis Borges en Buenos Aires.
"Conocí a Borges cuando tenía 16 años de manera divertida, no importan los detalles, comenzamos a charlar en anglosajón, luego me dijo que debíamos estudiar irlandés, porque era como el latín para las lenguas romances, y entonces aprendimos irlandés
Me impresionaba muchísimo su amor por la literatura".
Entre anécdotas, señaló también que Borges está de manera importante en su obra.
"Ahí está todo lo que aprendió y decantó desde la infancia hasta la edad adulta, y ha trascendido, porque no se traicionó nunca, nunca dijo cosas que no sentía".
Kodama destacó que la obra de Borges es muy visual, pero aún así los cineastas que creen que tienen la película hecha han fracasado, porque no han encontrado la esencia del autor. Sólo rescató dos obras, Hombre de la esquina rosada, de René Mujica, y La estrategia de la araña, de Bertolucci.
Al final aclaró la "leyenda" de que Borges había escrito una novela.
"Su padre fue quien escribió El caudillo. A Borges la novela no le gustaba, salvo las sagas, decía que aparecían muchos almidoncitos y tacitas de té para llenar las mil 500 páginas. En cambio la poesía era directa", dijo.
"Yo lo extraño mucho a él, nos divertíamos mucho"
PARA SABER
María Kodama confesó que su cuento favorito de Borges es 'Las ruinas circulare's.