Canibalismo en teatro

EFE
06 noviembre 2015

"El 'caníbal de Roteburgo' inspira obra en México"

MÉXICO (EFE)._ Armin Meiwes, el llamado "caníbal de Roteburgo", quien en 2001 se comió a otra persona que conoció por un anuncio en el que buscaba "un hombre joven dispuesto a ser devorado", inspiró la obra teatral Los prohombres en México.
Meiwes fue condenado en 2006 a cadena perpetua por asesinar, descuartizar y comerse a Bernd Jürgen Brandes, de 43 años, quien viajó desde Berlín a la pequeña localidad de Roteburgo (oeste alemán) para dejarse matar y ser devorado por el caníbal en 2001.
Ginés Cruz, director de la obra mexicana, indicó que aunque la historia se inspira en el caso alemán, no es idéntico, pues el caníbal, Frankie, a diferencia de Meiwes, se niega a comerse el pene de su víctima.
Durante los 90 minutos que dura la obra, que estará en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque de la capital mexicana hasta el 3 de agosto, se muestra la tensión entre dos hombres, un caníbal y aquél que desea ser comido, los días previos a que el hecho ocurra.
El espectáculo se presenta a menos de un año de que los habitantes de la ciudad de México fueran estremecidos con la captura de José Luis Calva Zepeda, un incipiente escritor de novelas de terror, cuando cenaba los restos de su pareja aderezados con limón.
A Calva Zepeda se le investigaba por otros posibles casos de canibalismo cuando se suicidó en una cárcel mexicana.
Otro caso que conmocionó a los mexicanos fue el de Gumaro de Dios Arias, al que se le conoció entonces como "el caníbal del Caribe", y quien admitió haberse comido unos dos kilos y medio de la carne de su amante cuando la autoridades lo aprehendieron en diciembre de 2004.
Humberto Busto, el actor que interpreta al caníbal, destacó en una entrevista la importancia en la trama de "las historias familiares no resueltas, que en este caso provocan un brote sicótico claro de creer que la única forma de unión transcendental no es a través ni del sexo ni del amor, sino a través de comerse a otro".
Por ello, llena su interpretación con la soledad, con la necesidad enorme de comunicarse, con el vacío existencial, con el miedo a enfrentarse al mundo, pero al mismo tiempo necesitarlo".
"El canibalismo existe y no sólo en México. En el caso de la civilización moderna, tecnológica y avanzada, suena muy extraño que pueda suceder eso, pero a mí se me hace incluso más lógico, porque la ciudad se ha vuelto un sistema de enajenación de la gente, y resolver tus asuntos de intimidad cada vez resulta más complicado", aseguró.
"Si además tienes acceso a explorar el mundo sin salir de tu casa y hacer todo a través de internet, existe la posibilidad de que tú puedas plantear y satisfacer todas las fantasías que se te ocurran, porque sabes que en cualquier parte del mundo seguramente va a haber alguien que esté pensando o deseando exactamente lo mismo que tú, y lo puedes encontrar en la red", añadió.


LLENO TOTAL
La sala donde se presenta la obra "Los prohombres", se llena todos los días de un público que, sin darse cuenta, se ríe del diálogo de los personajes, con una puesta en escena que resulta en ocasiones hilarante pero que casi en los últimos minutos hace recordar el trasfondo real de la trama. La gente se sorprende de sentir compasión e incluso entendimiento hacia los personajes, que en un principio les producían repugnancia.