Charles de Foucault

Presbítero Amador Campos Serrano
16 noviembre 2021

Extraviado en un mundo sin Dios, al cual había perdido en una pretendida búsqueda de conocimiento, el joven Charles leía de manera indiscriminada todos los textos que caían en sus manos, hasta encontrarse en una desorientación completa en la visión de la trascendencia de la vida.

Un mundo de frivolidades le atraía de manera irresistible, el gusto por los placeres le envolvía, sobre todo el de la gula, conduciendo a ser conocido con el mote de el gordo Foucault. En ese caminar sin Dios, no obstante, nunca perdió el respeto a la doctrina cristiana recibida en su tierna infancia.

A la edad de 20 años ingresó a la academia militar de oficiales de Saint- Cyr, donde alcanzaría el rango de oficial, añadiéndose a ello una cuantiosa herencia, recibida a la muerte de su abuelo materno, el coronel Beaudet de Morlet, quien desde la muerte de sus padres los había recibido, brindándole sus cuidados y protección.

Charles descendía, por la línea paterna, de una destacada nobleza, su padre, Edouard de Foucault de Pontbriand, había ostentado el título de vizconde, en la cual, incluso de contaba su tío abuelo Jean-Marie du Lau, arzobispo de Arles y su madre, Elisabeth Beaudet de Morlet era hija del coronel Beaudet de Morlet, perteneciente a la aristocracia de Lorena.

Fue el segundo hijo del matrimonio de los esposos Edouard y Elisabeth, pues el primero murió cuando tenía un mes de nacido, después nació una hermana, la cual fue bautizada con el nombre de María Inés.

Contagiado de tuberculosis, su padre se vio obligado a retirarse a la casa de su hermana Inés Moitessier, esta circunstancia llevó a su madre a una depresión y finalmente murió, siendo todavía muy joven. Huérfano de padres, desde la edad de 6 años, no obstante, el ambiente en el cual había crecido, en donde se respiraba una profunda vivencia cristiana, se creó un vacío en su interior, acerca de la trascendencia, tratándolo de llenar con la búsqueda de otras satisfacciones.

Expulsado de la academia militar, por su mal comportamiento, volvió a reingresar a ella más tarde, enviándolo a Argelia, pero su indisciplina motivo una nueva expulsión de la milicia, vuelto a reingresar a ella, fue enviado a combatir al Jeque Bouamama. Con la cercanía de Marruecos sintió el impulso a realizar una exploración de ese lugar valiéndole el hacerse creedor a un reconocimiento.

Su contacto con el mundo musulmán despertó en él un inquietante sentimiento de búsqueda profunda de la trascendencia, inspirada en una profunda religiosidad, al observar los hábitos de los residentes en esos lugares.

Impulsado por esa inquietud sale en busca de un encuentro con el Dios que en sus recuerdos de su niñez había conocido. Fue el sacerdote Henri Huvel, quien lo fue guiando hacia el regreso de su perdida fe.

Renunciando a la milicia se reencuentra con Dios, entregándose a una vida de radical ascetismo, viviendo entre los alejados en los lugares inhóspitos del desierto africano, considerándose un hermano entre todos los hermanos, mostrando gran respeto a la cultura de los hombres, desde perspectiva de la fe.

Finalmente, en diciembre de 1916, fue asesinado por una banda de sunesistas y tuaregs disidentes.

El Papa Francisco I anunció su canonización para el 15 de mayo del año 2022.

Pbro. Amador Campos Serrano