Comparte Élmer Mendoza 'Trancapalanca'

Nelly Sánchez
14 noviembre 2015

"El escritor presenta la nueva edición del libro de cuentos que publicó por vez primera hace 24 años"

CULIACÁN._ A 24 años de haber salido a la luz por primera vez, el libro de cuentos Trancapalanca, de Élmer Mendoza sigue atrayendo lectores. 

En el auditorio Deutsche Bank, del Jardín Botánico de Culiacán, el autor de la célebre serie del Zurdo Mendieta, con apoyo de la Sociedad Artíctica Sinaloense, compartió con amigos, familia y lectores, anécdotas de cómo surgieron los cuentos que ahora se publican bajo el sello de Tusquets. 

Contó anécdotas como que la palabra Merzapoyera, que da título al quinto cuento del libro, él la soñó, o que estaba en una plaza cuando se enteró de que Julio Cortázar había muerto, y que haber sido atleta le facilitó escribir algunos términos en unos cuentos. 

Con Miguel Alonso Gutiérrez, actor y director de escena, como comentarista e interlocutor, Mendoza aseguró que sus cuentos no obedecen a ningún proyecto preconcebido y los que integran Trancapalanca era un juego con el lenguaje. 

Comentó que la novela es un universo que requiere muchas horas de trabajo y muchos cambios de humor, pero un cuento es una apuesta literaria más breve pero igualmente fuerte. 

"Un libro de cuentos realmente no tiene compromisos, el primer cuento sí tiene que ser fuerte". 

El escritor confesó que cada vez que le preguntan si volverá a publicar cuentos, dice que no, no obstante todos los días está haciendo cuentos. 

Gutiérrez comentó que abrir las páginas de Trancapalanca es introducirse en una aventura, en la que pueden encontrarse al amigo y al escritor. 

"En sus cuentos plasma personajes de lo cotidiano, transformados gracias a su escritura, ofreciéndonos además un mosaico que nos posiciona en el lugar más esperado por los amantes de lo inesperado", dijo. 

Durante la presentación, leyeron los cuentos Merzapoyera y Nímesis, que desde su punto de vista es el cuento en el que más arriesga la palabra. 

"Yo siempre he tenido el propósito de ser un escritor referente, sabía que alguien iba a leer estos cuentos y quería que dijera ésta es la pauta". 

De hecho, recordó que Trancapalanca cayó en varias manos y tuvo tres momentos clave. 

Uno fue la lectura que hizo Evodio Escalante, que le dijo que era un libro sorprendente; la de Gonzalo Celorio, que destacó la virtud de la voluntad de escribir, y la del poeta Eduardo Casar, quien le dijo que en sus clases ponía el cuento Instrucciones para controlar a un narcotraficante armado hasta los dientes, como modelo de cómo se debe hacer la minificción. 

Ante la pregunta de si había influencia de Trancapalanca en su escritura de hoy, dijo que sí, pero no en extremo. 

"Sigo usando recursos como las onomatopeyas, las frases cortas, la combinación de palabras". 

En 'Trancapalanca' el autor reúne 23 cuentos cortos que son considerados determinantes en su carrera y fue editado por primera vez hace 24 años por la la Dirección de Investigación y Fomento de Cultura Regional, hoy Instituto Sinaloense de Cultura.

ALGUNOS DE LOS CUENTOS
'Querido Julio'
'El caso de Marlene Stamos'
'Eutanasia'
'Merzapoyera'
'Mímesis'
'Boxeo es algo más que un anglicismo'
'Hombres que sueñan números'
'43 grados a la sombra'
'El fantasma del kilómetro 46'
'La conveniencia de sonreír'