Cuenta tragedias de periodistas

Nelly Sánchez
09 noviembre 2015

"La desaparición de Magda Gilbert y Juan Antonio Mendívil son el punto de partida en la más reciente novela de Luis Humberto Crosthwaite"

CULIACÁN._Más que un reclamo o una denuncia, la intención de Luis Humberto Crosthwaite es que su libro Tijuana: crimen y olvido (Tusquets), sea el punto de partida de una reflexión en torno a un tema en el que se debería profundizar: la violencia perpetrada en contra de los periodistas.
"Es un tema muy duro, debería llegar más a fondo, de pronto veo que hay legislación para proteger a los comunicadores, ¿qué es eso?, ¿para decir que se hace algo?, se tienen que hacer cosas más prácticas, más a la mano para proteger al periodista".
En su más reciente novela, Crosthwaite cuenta la historia de Magda Gilbert, una joven periodista tijuanense que intenta olvidar a su novio asesinado cuando conoce a Juan Mendívil, un periodista de un diario de San Diego, que a su vez lucha contra el olvido. Sus vidas se entretejen y esto culmina en una inexplicable desaparición.
Y es precisamente Crosthwaite quien usando las herramientas del periodismo se da a la tarea de averiguar qué ocurrió con ellos. El resultado, una especie de novela-reportaje en la que los lectores verán reflejada esta realidad que puede ocurrir en cualquier parte del país.

-- ¿Cómo llega la historia de Magda a tu vida?
Estaba chateando con una amiga muy querida, reportera de Tijuana que empezaba a cubrir notas rojas y me hablaba de los muertos, que le parecen dormidos y cómo corre la sangre, y en ese momento le dije 'tengo una idea que se me acaba de venir: tú guardas una pistola de bajo de la almohada y tuviste un novio que mataron hace 5 años...'. Le estaba contando mi novela sin saber que sería novela.
En el transcurso de la escritura entraron muchos elementos, la idea de Blancornelas, un personaje al que he admirado mucho y tuve la oportunidad de conocer y platicar, ahí reporto las conversaciones de Magda con él y son mis pláticas, él me invitaba a trabajar con él. A lo largo del tiempo en Tijuana nos tocaron primero todas las tragedias de los periodistas, antes de que fuera toda esta masacre de tantos periodistas a lo largo de los años, ahí fue primero. Mataron a Ortiz Franco, en circunstancias que me duelen mucho, como papá, duele que te maten delante de tus hijos. ¿Cómo se olvida un pasaje como esos? Ahi viene mucho del olvido, el olvido para tratar de sobrevivir, el tiempo, la vida.

-- ¿Cómo logras meterte en la piel de Magda, en su mente, en sus miedos, en sus sentimientos?
Cuando mi amiga Mariana me dice, "estoy en el periódico, en la noche, me da mucho miedo, escucho la radio y siento que me están hablando a mí", a partir de eso empiezo a recrear que la frecuencia policiaca le está hablando a mi protagonista, y busco la manera de ponerme en su lugar, en su miedo. Y surge el otro personaje, Juan Antonio, un hombre que está olvidando y no quiere olvidar y lo pongo frente a esta mujer que quiere olvidar la tragedia de su vida.

Periodismo y literatura
Mientras escribía esta novela, Crosthwaite hacía periodismo en un diario de San Diego y aunque admite que esta es su novela más autobiográfica por plasmar en ella mucho del pesar que sentía en aquellos momentos, asegura que no coincide con Juan, cuando habla de que la literatura, a diferencia del periodismo, es la verdadera escritura.
"Un libro fundamental en el camino para escribir esta novela es El asesinato, de Leñero, nuestra versión de A sangre fría, de Capote. Yo disfruto más de leer la no ficción. No comparto los puntos de vista con Juan, menos con los de Edén Flores. Pienso que el periodismo tiene mucho que dar, yo lo critico mucho pero con criterios editoriales, en el sentido de que rara vez nos muestran el lado humano de las víctimas, no hay seguimiento, tienes una muerte y no hay personajes, se vuelven estadística, el mismo morbo que encanta a la población y se reporta tanto en las noticias, logras enajenar esta violencia y mandarlo a un punto lejano. Encuentran 15 en narcofosa, nadie piensa en cada uno de esos individuos, es el acontecimiento, el morbo. Si tu humanizas la historia se vuelve dolorosa.

-- Es una especie de reportaje con tono humano.
Me siento muy a gusto, porque hubo momentos en que era exclusivamente la historia de Magda, pero conforme fue evolucionando la historia y la forma, decidí contar la historia de los periodistas, tomando las herramientas del periodismo. Hay cronología, entrevistas, transcripciones de la documentación, apuntes míos que tenía en la pared y que debía tener presente porque pasan muchos años, muchas cosas y me podía perder, era como que el reportero aportara su libreta, lo que la hace más verídica y es parte de la ilusión.

-- ¿Quiénes son los enemigos de la prensa?
No señalaría enemigos, a mí me cuesta mucho entender que en el narcotráfico se sientan agredidos por lo que se escribe, si se dan nombres, lugares o solo por escribir, nunca sabes donde se cruza la línea. Nadie buscaría propositivamente estar en la lista negra del narco, todas esas dudas en el libro quedan sin respuestas.

-- ¿Por qué no se aclaran los crímenes y desapariciones de periodistas?
Por un lado está muy complicado, ir muy al fondo destaparía cosas que al gobierno no le parece que se den a conocer, la lucha contra el narco tiene mucho de carácter de noticias de primera plana, de publicidad. Irse a los detalles, al engranaje más profundo, no es algo que interesa al gobierno, tendría que ser alguien de los propios colegas, de las personas desaparecidas, pero corres el riesgo si empiezas a hacer preguntas de más, para qué hacerlo, no hay ninguna seguridad, la censura está justificadísima en este país donde la libertad de expresión existe bajo el riesgo de tu vida.

-- ¿A qué conclusión llega el autor? ¿Dónde piensa que está Magda?
Me acuerdo de una novela de Eliseo Diego, hay un mago y desaparece a una mujer que quiere mucho, la desaparece y ella está en el corazón de él y desde ahí se comunica con él, y así como ese mago, este ilusionista de palabras tiene a Magda muy metida en el corazón. Ahí está, sigue hablándole.


REEDITA
A la par de Tijuana: crimen y olvido, Tusquets Editores promociona otro libro de Luis Humberto Crosthwaite, Idos de la mente, la increíble y (a veces) triste historia de Ramón y Cornelio, que se publicó en Planeta en 2001 y se agotó y en la que celebra la música con gusto, con humor. Ahora aparece en la colección Fábula, con un apéndice añadido, con todo lo que no metió cuando la publicó por primera vez.

Perfil
Luis Humberto Crosthwaite (Tijuana, 1962)
Es autor de:
Marcela y el rey al fin juntos
El gran preténder
Instrucciones para cruzar la frontera
Estrella de la calle sexta
Idos de la mente