'Culiacán, bella tierra de ensueño'
"El espectáculo mutidisciplinario se presentará durante el fin de semana y hasta el lunes en el patio del Ayuntamiento de Culiacán"
Culiacán, bella tierra de ensueño es un espectáculo cuyo guión y dirección es de Lázaro Fernando y en el cual participan destacados artistas locales.
Se estrenó con funciones el sábado 27, domingo 28 y lunes 29 de septiembre de 2014, a las 8 de la noche, en el patio del ayuntamiento, y se dio la cuarta función en ese mismo lugar el viernes 20 de marzo de 2015.
Hubo función el sábado 21 y el domingo 22 de este mismo mes, en las que el público, a través del arte escénico, hizo un recorrido histórico de la ciudad de Culiacán desde la llegada de los españoles hasta años muy recientes.
Hay en el espectáculo teatro, música, canto, danza, poesía y cine, y el espectador, guiado por dos personajes cómicos caracterizados por Genaro Sahagún y David Zatarain, disfruta de cada una de estas disciplinas artísticas y reconoce, en cada una de las escenas, a otros personajes que, por ser parte importante en la cultura sinaloense, dan identidad a la ciudad de Culiacán.
En la primera parte del espectáculo destaca la participación de Eduardo Arriaga en el personaje de Nuño Beltrán de Guzmán, que dibuja el momento del enfrentamiento que se dio en Culhuacán o Colhoacan entre conquistadores e indígenas.
Enseguida aparece una coreografía de admirables y temidos jaguares que exhiben sus manchas, colmillos, bigotes, orejas y ojos, aunque humanos, demasiado humanos. Es una coreografía plásticamente bien lograda, pero falta que se trabaje más la parte interior de los intérpretes para que haya más mística y se acerque a lo que es un ritual. Aunque los movimientos que crearon ofrecen al público imágenes bien diseñadas, es deseable que la mirada y la actitud en general de los intérpretes sea más felina.
Llenaron de colorido el escenario, los bailarines mostraron el jaguar de su exterior, pero faltó el que debieron traer dentro de sí. Se logró con esta coreografía, sin embargo, dar fuerza al espectáculo en general que recrea el pasado más remoto del territorio colhoa, colulteca o culichi. El público, que en las seis funciones que han dado ha abarrotado el patio de la vieja casona que alberga al ayuntamiento, fue bien atrapado desde el principio con estas escenas.
En el espectáculo constantemente aparecen los actores Genaro Sahagún y David Zataráin que, con una comicidad natural que no se les conocía, dan frescura a sus personajes y tejen la historia de Culiacán. Muchas de sus ideas les vienen del arcángel San Miguel (caracterizado en el estreno por Carlos Sosa y ahora por Juan Carlos Núñez), con quien dialogan y con quien se las ingenian para ir presentando a otros personajes como a Cabeza de Vaca, Veneranda Bátiz (caracterizada por Claudia Apodaca), El Polidor (Genaro Sahagún), Amparo Ochoa (Orenda Gerardo) y Lupita: la novia de Culiacán (Itzel Navidad). Entre los cantantes place escuchar a Ricardo Rodríguez, Wendy García y Orenda Gerardo que trasmiten mucha emoción con las piezas que interpretan.
En Culiacán, bella tierra de ensueño se honra a personajes y artistas de la localidad, y la función del domingo 22 de marzo fue en homenaje a la actriz Itzel Navidad. Pasajes como la intervención francesa son escenificados, y mitos, leyendas, gastronomía y costumbres muestran sucesos y formas de ser que identifican al culichi.
Suena la tambora y canciones como el Adiós de Alfredo Carrasco, Dios no lo quiera y Culiacán de El Negrumo, en las que se enaltece la belleza de la mujer sinaloense, así como la Juana Chismón, en la que este autor muestra una picardía sorprendente. Se interpreta, también, la canción norteña El Chubasco, y El Barzón, cantado por Orenda Gerardo y con el que caracteriza, a la vez, al personaje Amparo Ochoa.
Con este repertorio el numeroso elenco ofrece un gran placer a los concurrentes. Aparecen las rumberas del carnaval, se recrea el paso de El Tacuarinero y la canción de este mismo nombre, cuyo autor es Enrique Sánchez Alonso.
Se ve que Lázaro Fernando, director del espectáculo, dosificó el cambio de emociones en el público de tal modo que hay momentos en que se enchina el cuero y todo lo demás para después dar un respiro y un suspiro. Aparece, para quienes gustan del folklore, una escena de bailarinas interpretando a las tomateras del valle de Culiacán, de la coreografía Zafra y fiesta de Alicia Montaño Villalobos, y hay mucho cambio de vestuario que, ante la vista, resulta atractivo. El público participa marcando el ritmo con sus palmas, se llena de júbilo y se convence de que: "Culiacán es obra del Señor."
Finalmente hay en esta obra una nostalgia y un dolor fuerte por el pasado; en una de las escenas los personajes que venden coricos y tacuarines (caracterizados por Miriam Valdez y Luiza Millán) lamentan el cambio en las comidas de los habitantes de la ciudad, y critican las nuevas que las han sustituido. Un personaje dice: "Está muy cambiada la gente."
Pero aún así, se siente en el ambiente culichi que se forma en el escenario un gran orgullo por ser de Culiacán, y en esta obra de Lázaro Fernando no hay tiempo para aburrirse. Debe, por lo tanto, seguir en cartelera, y ojalá, por lo menos en los próximos festejos de la ciudad, el público pueda volver a disfrutar del elenco tan talentoso que con calidad artística en sus interpretaciones, ya ha demostrado que hay disposición para crear un arte propio que refleje la forma de ser de los habitantes de Culiacán.
Afortunadamente éste espectáculo se presentará nuevamente este domingo 27, lunes 28 y martes 29 de septiembre de 2015 en el patio del ayuntamiento de Culiacán en punto de las 20:00 horas , la entrada es totalmente gratuita.