¿Defensas abajo?, sube la vitamina C
08 noviembre 2015
"La C se ubica dentro de la categoría de vitaminas solubles en agua (hidrosolubles), y además de fortalecer al sistema inmunológico es importante antioxidante"
Durante el invierno las defensas bajan, de modo que te conviertes en blanco de ataques de microorganismos que afectan las vías respiratorias. Por ello lo mejor es consumir vitamina C, compuesto que brinda protección y que obtenemos de ciertos alimentosEl sistema inmunológico tiene como única función proteger al organismo del embate de microbios que puedan causar problemas como infecciones. Un ejemplo, es la invasión de virus causantes de resfriados o gripe, ante los cuales el cuerpo estaría indefenso si el proceso protector no trabajara o lo hiciera deficientemente, cosa que puede suceder cuando la temperatura baja.
Para evitar que lo anterior suceda interviene la vitamina C o ácido ascórbico, compuesto que tiene ciertas propiedades químicas que fortalecen a fagocitos y linfocitos, células encargadas de reconocer y destruir a los agentes agresores del organismo.
Y es que el cuerpo no produce por sí mismo la vitamina, por lo que debe ser administrada a través de la alimentación, mediante el consumo de frutas como kiwi, naranja, limón, mandarina, guayaba y melón, así como jitomate, papa y espinaca.
La C se ubica dentro de la categoría de vitaminas solubles en agua (hidrosolubles), y además de fortalecer al sistema inmunológico es importante antioxidante, es decir, brinda protección a las células del organismo de la agresión de los llamados radicales libres, cuyo cometido es acelerar el envejecimiento de éstas, lo cual se acentúa en los fumadores y en quienes se exponen demasiado al sol.
Estudios recientes realizados en el Instituto Nacional de Cáncer, en Estados Unidos, han demostrado la relación directa entre el consumo de alimentos que cuentan con vitamina C y la reducción de algunos tipos de cáncer, al parecer porque brindan protección a las células y con ello se impide la formación de tumores.
Actualmente se encuentra en investigación el mecanismo de acción del ácido ascórbico y sus efectos sobre el corazón.
Vital en los niños
Cuando la presencia de vitamina C es pobre, al organismo se le dificulta absorber el hierro que se incorpora a través de los alimentos, propiciando con ello el desarrollo de anemia, es decir, disminuyen en sangre los niveles de hemoglobina, proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y transporta oxígeno desde los pulmones a todo el cuerpo, utilizando venas y arterias.
Esta deficiencia se manifiesta a través de cansancio, palidez, dolor de cabeza, sensación de que falta aire, pérdida de apetito y, en algunos casos, diarrea. Es evidente que al no recibir la cantidad pertinente de oxígeno, ciertos órganos no cumplen su función adecuadamente, siendo en los niños aún más peligroso, ya que puede poner en riesgo su crecimiento y desarrollo cerebral.
Otra de las consecuencias de la deficiencia de vitamina C es el desarrollo de escorbuto, enfermedad que habitualmente afecta a niños de 6 a 12 meses de edad y se manifiesta con síntomas variados, como falta de apetito e imposibilidad para aumentar de peso, irritabilidad y alteraciones en los huesos que producen dolor.
Por otra parte, para su óptimo funcionamiento la vitamina C es requerida por numerosas enzimas, sustancias encargadas de descomponer los alimentos para que sus elementos nutrientes puedan ser aprovechados.
Es igualmente importante para el crecimiento y mantenimiento de huesos, dientes, encías, ligamentos y vasos sanguíneos, así como para cicatrizar heridas y quemaduras, y "soldar" fracturas.
Ahora bien, el ácido ascórbico contribuye de manera importante a que las grasas se metabolicen de manera adecuada y no se acumulen en el cuerpo, dando pie con ello a sobrepeso u obesidad.
¿Cuánto comer?
Las necesidades diarias de vitamina C o ácido ascórbico varían en función de la edad, pero puede considerarse que la dosis normal oscila entre 20 y 60 gramos, lo cual se consigue al consumir una naranja, un kiwi o dos mandarinas.
Ahora bien, cuando una mujer está embarazada o en periodo de lactancia los requerimientos cotidianos oscilan entre 80 y 100 gramos.
El organismo posee cierto mecanismo que regula la absorción de ácido ascórbico, de forma que si recibe una cantidad superior a la requerida, el sobrante se elimina fácilmente a través de la orina al cabo de tres horas.
No obstante, las dosis excesivamente altas provocan diarrea, o bien que el líquido de desecho de los riñones se vuelva ácido y forme cálculos (piedras) renales en quienes están predispuestos a sufrir este trastorno.
El jugo de naranja recién exprimido aporta al organismo entre 15 y 35 miligramos de ácido ascórbico, siempre y cuando no transcurran más de 30 minutos de exprimido, ya que después de ese tiempo el aire provoca su oxidación y ve reducido su efecto a menos de la mitad.
La vitamina C se encuentra de manera natural en alimentos como col de Bruselas, coliflor, pimiento y tomate verde, chile, guayaba, fresa, kiwi, limón, melón, naranja, así como toronja, mandarina, tangerina, piña, papaya y mango; otros productos que la contienen en menor cantidad son la leche, carne y cereales.
Cabe tomar en cuenta que la cantidad de vitamina C en frutas y verduras cambia de acuerdo a su grado de madurez, es decir, es menor cuando están verdes, aumenta si están en su punto y luego vuelve a disminuir.
Sin embargo, de seguirse una dieta balanceada que incluya cereales, leguminosas (frijol, haba, alubia y lenteja), productos de origen animal (queso, huevo o carne), frutas y verduras, los requerimientos diarios de vitamina C quedan cubiertos.
Finalmente, es importante hacer hincapié en que el sistema inmunológico disminuye su funcionamiento cuando una persona está sometida a fuerte tensión o tiene baja ingesta de vitamina C, tal como lo han demostrado estudios científicos procedentes de Inglaterra.
Es por ello que quienes viven en las grandes ciudades y experimentan estrés con frecuencia se benefician considerablemente al consumir vitamina C a través de la dieta diaria o mediante suplementos alimenticios.
No está de más recordar que, ante las bajas temperaturas, no es conveniente dejarle toda la responsabilidad a la vitamina C y que lo mejor es emprender acciones que ayuden a evitar problemas en las vías respiratorias, como abrigarse antes de exponernos a ambiente frío, no fumar y practicar ejercicio para fortalecer a los pulmones.
VITAMINA C
También se le conoce como ácido ascórbico, y junto con las vitaminas E y A forma el grupo de antioxidantes, elementos que se encargan de neutralizar las sustancias tóxicas que oxidan y destruyen a las células del organismo.
EFECTOS
La vitamina C es necesaria para:
- Crecimiento y reparación de tejidos, pues es una de las sustancias que los forma.
- Reforzar las defensas del organismo.
- Formación de colágeno, proteína necesaria para la cicatrización de heridas y fortalecimiento de huesos y dientes.
- Metabolismo de grasas, por lo que se le atribuye la propiedad de reducir el colesterol.
- Prevención de enfermedades en vías respiratorias.
- Contribuye en la absorción de hierro.
- Los requerimientos de vitamina C no son iguales para toda la gente, pues durante el crecimiento, embarazo y cuando hay heridas graves los requerimientos aumentan.
20 a 60 gramos
La dosis diaria normal que necesita el cuerpo
80 a 100 gramos
La dosis diaria que requiere una mujer embarazada o en periodo de lactancia
DÓNDE ENCONTRARLA
Cantidad de vitamina C por cada 100 gramos en crudo de algunos alimentos:
Kiwi 98 mg
Guayaba 184 mg
Pimientos 131 mg
Grosella negra 200 mg
Col de Bruselas 100 mg
Limón 36 mg
Coliflor 70 mg
Espinaca 52 mg
Fresas 60 mg
Naranjas 50 mg
POTENCIA DE LOS ALIMENTOS
La cantidad de vitamina C en frutas y verduras cambia de acuerdo con su grado de madurez:
- Es menor cuando están verdes.
- Aumenta si están en su punto.
- Disminuye con el exceso de madurez.
VITAMINA AL AIRE
La vitamina C se oxida al entrar en contacto con el aire y pierde su actividad, lo cual debes tomar en cuenta cuando consumes jugo, porque después de media hora de haberse exprimido la fruta se pierde más de la mitad del nutriente.
ELIMINACIÓN
Este nutriente se elimina tres horas después de haberlo ingerido, vía la orina, por lo que debe tomarse varias veces al día. El aporte puede enriquecerse con suplementos vitamínicos y complementos alimenticios.
DEFICIENCIA C
Es muy importante su consumo porque su deficiencia puede producir:
Escorbuto
Enfermedad que se caracteriza por producir hemorragias en piel, articulaciones, encías y uñas, cansancio, irritabilidad y pérdida del apetito. Ello sucede porque disminuye la producción de colágeno, proteína necesaria para la cicatrización; asimismo, esta insuficiencia provoca que huesos y dientes se debiliten.
Bajan las defensas
El organismo se ve expuesto al ataque de virus y bacterias.
Grasas
Las grasas no se metabolizan de manera adecuada y se acumulan en el cuerpo en forma de obesidad.
VITAMINA ENTERA
Existe un proceso de conservación de alimentos y bebidas llamado histerileprocess, que consiste en llevar a temperaturas extremadamente bajas el jugo de las frutas cítricas tras ser exprimidas a, evitando que el líquido se exponga a luz, calor y aire, por lo que no se altera en nada su sabor y contenido nutricional.
EXCESO
La ingesta elevada de vitamina C puede ser perjudial pudiendo dar lugar a alteraciones gastrointestinales tales como diarreas y calambres abdominales, e incluso puede favorecer el desarrollo de ataques agudos de gota y empeorar la presencia de piedras en los riñones.
HAZ LA PRUEBA
Consume a diario dos piezas de cualquier fruta cítrica o bébela mediante un jugo y notarás en unos cuantos días los beneficios de la vitamina C.