DÍA DEL PADRE: Carlos Osuna se considera un papá a todo dar
"El tenor sinaloense es padre de las pequeñas Andrea y Natalia y festejará disfrutando de su compañía en casa"
El tenor Carlos Osuna, originario de Mazatlán, se siente un hombre con suerte porque va a poder pasar con sus hijas Andrea y Natalia, cinco meses seguidos debido a que la Ópera de Viena va a estar cerrada todo el verano, y aunque desde hace siete años vive la experiencia de ser papá, es hasta ahora que tendrá mucho tiempo para disfrutar una de las experiencias que más lo han hecho feliz.
“Nos divertimos mucho, soy como su payasito, les acabo de comprar una alberca inflable que mide 3 metros de diámetro y todos los días quieren que entremos a jugar al agua. Vivo en Viena y nos vemos varias veces al año, vengo especialmente a verlas”, compartió.
“Recuerdo con mucha alegría que cuando éramos niños mis hermanos y yo, mi papá nos llevaba a muchos lados, convivimos mucho, íbamos a andar en bicicleta, al cine, a comer pizzas. Quiero que mis hijas me recuerden así, que sientan que fue divertido estar con su papá, que vivían conmigo momentos inolvidables”.
Confiesa que antes de llegar a verlas a Mazatlán les pide una lista de lo que quieren que hagan juntos y cuando llega, se la tienen preparada.
Una gran responsabilidad
“Aunque soy muy miedoso sí deseaba ser papá, soy muy responsable, me gusta estar preparado para enfrentar de la mejor manera lo que se presente, tener un hijo era una responsabilidad muy grande, además desde que me casé he vivido en Europa".
Recuerda que ya llevaba tres años en la Ópera de Viena y tres de casado cuando Tania, su esposa, le avisó que la prueba había salido positiva.
Cuando me anunció mi esposa Tania que estaba esperando a mis hijas, no sabía si iba a quedarme en la Ópera de Viena, les dije a los administradores que iba a ser papá y que necesita saber si iba a seguir ahí para tomar decisiones”, confesó.
"Las niñas nacieron en mayo de 2013. Fuimos novios desde que teníamos 17 años, yo iba y venía a Europa y me casé porque pensé que se iba a enfadar de esperarme, y antes de que me la ganaran le propuse matrimonio”.
Mucha ternura
“La primera vez que vi a mis hijas sentí mucha ternura y es que tenía miedo de no llegar a tiempo para el parto, pero llegué perfecto, a los 10 días que aterrizó el avión nacieron nuestras bebés”, dijo.
Después del parto, se quedó en Mazatlán todo un mes para disfrutarlas.
"Las disfrute mucho, las cuidábamos entre los dos y nos ayudaban las abuelas, aquí en Mazatlán tenemos una amplia red de apoyo para educarlas".
Reconoció que es pesado tener dos niñas al mismo tiempo porque la demanda de atención y cuidados se duplica.
"Cuando acabas de dormir y darle de comer a una, la otra ya está llorando y pidiéndote que la atiendas", dijo.
"Los bebés son tan indefensos, esperan que los protejas y solo quieren apapachos; verlos reír porque están satisfechos es un gran gozo. Lo primero que queremos los papás es que estén saludables".
Sus hijas tenían cuatro meses cuando llegaron a vivir a Austria, ahí vivieron junto a Carlos y Tania durante cuatro años, alcanzaron a asistir al kínder y a aprender un poco de alemán.
“En octubre del 2013 mis suegros le ayudaron a mi esposa a llevar a las niñas a Europa. Les preparamos una habitación muy bonita, les compramos edredones, un tapete, camas todo en rosa para que, aunque no tuvieran a sus abuelas, tíos y primos se sintieran en un ambiente muy acogedor”, mencionó.
“Para mí todos los días es Día del Padre, hago muchas cosas para que todos los días que estoy aquí sean inolvidables para ellas, la verdad soy un papá a toda madre, las hago reír mucho, te digo soy su payasito, pero también les pongo límites igual que saben que me río mucho, también saben que me enojo cuando se portan mal, de eso se trata ser papá de llevarlas por un camino seguro y las reglas son necesarias para que funcione la vida”.
Listas de deseos
“Al ver la lista que me hacen sobre lo que quieren que hagamos cuando estoy aquí, se les nota que son muy mazatlecas, me piden que las lleve a la playa, a la alberca, a faro, a los mariscos, les encanta el ceviche, un día nos vamos a El Quelite, les gusta ir con sus abuelos porque las chiquean mucho; el año pasado me las llevé a Disneylandia, fue la primera vez para ellas y para mí también”, comentó.
“Lo más bonito de ser papá es sentir este cariño por tus hijas, como artista te acostumbras a que todo gire alrededor de ese trabajo y de ti, pero cuando eres papá todo gira alrededor de tus hijas, eso te ubica, pone prioridades en tu vida, antes ganaba dinero para comprarme cosas para mí y ahora siempre pienso en qué les voy a comprar. Me gusta el Día del Padre porque me emociona mucho ver los dibujos que me regalan y que dicen ‘I love you dad’, se siente bonito".