Doña Socorro Astol, la mujer que trajo un naufragio a Culiacán
"Rodolfo Arriaga Robles comparte aspectos de la vida de quien impulsara el teatro y formara actores en Culiacán, durante la emisión de la serie Personajes Universitarios que se transmite la cuenta Cultura UAS de Facebook"
CULIACÁN._ Un naufragio en el mar del Pacífico que la arrojó a Altata, del que pudo salvar un baúl repleto de artilugios teatrales, fue el principio de la relación artística entre Socorro Astol, Culiacán y la Universidad Autónoma de Sinaloa.
La actriz llegó junto con su esposo, Manuel Sánchez Navarro, quien durante tres décadas amuebló los sueños de los habitantes de la ciudad capital.
Socorro Astol fue reconocida por el propio director de teatro y dramaturgo Óscar Liera como la artífice de su vocación teatral y dramatúrgica, luego de haber presenciado la obra El árbol del deseo, de Hugo Salcedo, en la concha acústica del Parque Constitución, que era desde los 50 uno de los grandes escenarios con que se contaba para la cultura.
Así lo dijo Rodolfo Arriaga Robles durante la emisión de la serie Personajes Universitarios que se dedicó a la primera dama del teatro, Socorro Astol, transmitido el viernes 6 por la cuenta Cultura UAS de Facebook, como parte de la programación online de la Coordinación General de Extensión de la Cultura.
Cabe enfatizar que Socorro Astol, hija de una gran actriz de origen chileno que hizo carrera en México, y media hermana del actor Fernando Soto Mantequilla, quien actuara en las películas más icónicas de Pedro Infante, inició su carrera artística a la sombra de su madre, trabajando en carpas (que se entendían como una suerte de teatro desmontable e itinerante); y luego ella misma, ya casada con el actor Manuel Sánchez Navarro, se hizo de su propia carpa con la que el matrimonio hacía giras nacionales, incluido Sinaloa, ofreciendo obras teatrales.
Y luego de aquel naufragio, Astol, Sánchez Navarro y sus hijos buscaron establecerse en Culiacán, lugar que ya conocían, por su trabajo; pero no para hacer teatro, contaría Arriaga Robles, sino como una familia común entre la sociedad de ese tiempo. Pero a los Sánchez Astol les fue imposible pasar desapercibidos, porque el público que habían hecho cuando venían en giras con su carpa, no terminaba de olvidarlos, como fue el caso de Isidro Ibarra Petris, quien tenía un grupo experimental y quien fue a pedirle asesoría a doña Socorro, sacándola de la cocina.
En la amena charla, inscrita en el programa Universarte de la UAS, se dijo que actores y actrices que hoy gozan de prestigio en Sinaloa, fueron formados por doña Socorro Astol, como son los casos de Martha Salazar, Sergio López, el propio Ibarra Petris, Antonio García; e incluso Jorge Macías, quien después alcanzaría el éxito como cantante.
Rodolfo Arriaga, que también fue dirigido por Socorro Astol en la obra El retrato de mi padre, de Wilberto Cantón, recordó que ella y su esposo, entre 1951 y 1958, montaron 19 obras con el grupo Teatro Experimental Sinaloense; asimismo, que hacia 1958 trabajó para la entonces Universidad de Sinaloa; y que de 1972 a 1982 se hizo cargo en la UAS del Teatro Universitario Sinaloense, periodo en el que Miguel Tamayo se encargaría de todas las escenografías corpóreas.
En 1982, la Cuarta Muestra Estatal de Teatro llevó su nombre, evento donde se realizó un emotivo homenaje, en especial el discurso de Óscar Liera, quien le hizo un reconocimiento público como la absoluta primera dama del teatro en Sinaloa.
Nacida el 30 de septiembre de 1916 en la Ciudad de México, doña Socorro Astol falleció en Guadalajara, Jalisco, el 5 de septiembre de 1983.