Dramatizan la obra Hojuelas de tabaco azucarado

Héctor Guardado
15 noviembre 2018

"Con la actuación de Ariel Noriega y Dulce Guzmán, el dramaturgo y director de teatro Manolo Díaz expone la vulnerabilidad de la juventud ante la violencia"

MAZATLÁN._ Ser joven en el territorio de violencia en el que se convirtió México, significa vivir en riesgo y en un estado de intranquilidad constante, una vida difícil. Y así lo expone el dramaturgo y director de teatro mazatleco Manolo Díaz con la lectura dramatizada de su obra Hojuelas de tabaco azucarado,.

Los protagonistas fueron los jóvenes actores Ariel Noriega y Dulce Guzmán.

El mazatleco se hizo acreedor a la beca Pecdas para jóvenes creadores 2018, con el proyecto de escritura de esta obra. Su compromiso fue escribirla y presentar una lectura dramatizada.

La sala de exposiciones Roberto Pérez Rubio se llenó de espectadores.

Manolo Díaz, antes de la lectura, mencionó que el detonante de la creación de esta obra fue la desaparición y muerte de tres estudiantes de cine en la ciudad de Guadalajara, que cimbró a los jóvenes de esa ciudad porque puso en evidencia su vulnerabilidad.

“Empecé a concebir una historia sobre cómo tener cierta edad, ser jóvenes y vivir en un territorio urbano termina marcándonos para bien o para mal. Estructuré la obra a partir de la búsqueda de la voz de un yo colectivo, que se construye a partir de todos los que convivimos en este País, todos los que somos sinaloenses, todos los que somos humanos”, explicó.

“Esta propuesta de lectura está construida con una voz conjunta, los dos actores son una misma voz y también son las voces de todos los personajes. Es un tema con el que se pueden involucrar los jóvenes, creo que lo primero que tenemos que hacer los mexicanos es tener conciencia de que vivimos en un territorio de violencia, que está dentro de los hogares, en los trabajos, ya que tengamos una conciencia clara de esto y cómo nos afecta como individuos, como familia y como sociedad tenemos que enfrentarlo y trabajar duro para revertirlo”.

PALABRAS QUE ESTIMULAN LA IMAGINACIÓN

La obra de teatro Hojuelas de tabaco azucarado es impactante. Reproduce con palabras que estimulan la imaginación la sensación de una bala penetrando la cabeza del protagonista, Ariel, un joven de un barrio vulnerable de la ciudad.

Se hacen evidente sus recuerdos, sus emociones dos días antes de que cumpla 16 años.

Los dos actores son la voz de todos los personajes. La vida de Ariel es narrada por una multitud de voces que son reproducidas con talento por los dos jóvenes.

El ritmo de la obra es trepidante. Las acciones se van sobreponiendo de una manera vertiginosa. Ponen en la imaginación de los espectadores decenas de imágenes que van dibujando con un lenguaje ágil cercano a la realidad, con la lucidez de los diálogos y con una fuerte carga de humor negro, la realidad de dos jóvenes.

COMPROMISO CON LA REALIDAD

Es la primera obra en que Manolo Díaz aborda el tema de la violencia, sus trabajos anteriores son intimistas, exploran la realidad de los jóvenes pero de manera individual.

En Hojuelas de tabaco azucarado trastoca todo su universo para penetrar con compromiso en la violencia.

“En mis otras obras trato temas más sencillos de digerir, Hojuelas de tabaco azucaradas es algo oscura y complicada, ha sido difícil escribirla , afrontar con la pluma esta realidad que me sorprenderme y me aterra”, compartió.

“Me atreví a hacerla porque el teatro es un reflejo de la realidad, es lo que estamos viviendo. Para vencer algo es necesario primero visualizarlo y después confrontarlo y resolverlo. El teatro puede servirle para acercarnos de una manera profunda y comprometida a esa realidad, provocar una reflexión".

La desaparición de los tres jóvenes estudiantes de cine en Guadalajara convirtió la escritura de esta obra en una necesidad para Manolo Díaz.

“Cuando sucedió la desaparición de los jóvenes de Guadalajara que estudiaban cine, sentí que todos tenemos un compromiso para revertir la realidad violenta que se vive en México, en la medida que todos hagamos algo contra ella es que esa realidad puede cambiar”, dijo.

“La obra pertenece a la trilogía Temporada de caza, que está integrada por Siempre tendremos Dallas, Temporada de patos y Hojuelas de tabaco... Las dos primeras son inéditas, ni siquiera hemos hecho una lectura de las obras, Hojuelas de tabaco azucaradas es la primera de la que se hace una lectura dramatizada”.

Explicó que las tres obras están unidas porque los personajes de todas son un grupo de adolescentes que son compañeros de escuela, vecinos. No todas son sobre la violencia, otra es sobre la dificultad que tienen los jóvenes para conseguir trabajo y la otra es sobre las enfermedades degenerativas; todas tienen un toque de humor negro.