'El arte nos hace más humanos'

Elizabeth Gámez
10 noviembre 2015

"Polimaría Ojeda Esquivel llena su vida de pinceladas con las tonalidades más agradables"

Pintar le da placer. Así, Polimaría Ojeda Esquivel llena su vida de pinceladas con las tonalidades más agradables.
Y es en el Jardín del Arte, AC, al que pertenece desde hace ocho años y que hoy la reconoce como artista del mes, donde ha encontrado el impulso para seguir creado con libertad y satisfacción.
"Todo mundo puede hacer arte, todo mundo tenemos esa tendencia: ya cantan, pintan, hacen escultura, poesía, canciones, música. Todos los seres humanos tenemos mucho de artistas, es una cosa innata del género humano de crear y ser artista, las demás especies del reino animal no hay ninguna que haga arte más que el hombre, eso nos hace más humano, más espiritual", asegura la pintora culiacanense.
Ahí, en ese espacio en el que la paleta de colores se enriquece aún más al tener esa vista desde la que puede ver una parte de Culiacán, a veces el tic tac del reloj corre sin que ella lo sienta, y eso es por el placer de dar vida a la naturaleza, a animales como el caballo, que le gusta pintar por fuerte, veloz y grande.
"La pintura en mi vida es un espacio que se está llenando, pero que no tiene fin, siempre da para más. Es un espacio de mi sentir, de mi espíritu, que no tiene fin", subraya.
"Es un medio para expresarme, en ese momento expreso mis emociones, las diferentes etapas que estoy viviendo".
A Polimaría le gusta dibujar desde que estudiaba la primaria, y dice que fue una asidua participante del periódico mural, incluso su mamá conservaba un bodegón que hizo en su adolescencia, y ahora ella lo guarda, como otras de sus primeras creaciones.
Recuerda que cuando le dijo a su padre que quería estudiar pintura, le dijo que si de qué iba a vivir, que si quién le iba a comprar una pintura, y eso mismo le dijo ella a su hijo mayor, instándolo a que primero estudiara una carrera, así lo hizo pero luego realizó una maestría en composición musical, que es a lo que ahora se dedica.
"En nuestro país no se valora el arte, y en Culiacán, pues tampoco. Es un mercado muy limitado, como no sea el de los corridos que tiene mucho auge, pero la plástica es un mercado muy reducido porque nos falta cultura para apreciar el arte", subrayó.
Un tiempo, dijo, relegó su gusto por la pintura pues se dedicó a sus tres hijos varones y a trabajar como enfermera operativa.
Hoy en este recuento de su trayectoria plástica, expresa que para ella crear es una actividad increíble, en la que no espera una retribución económica. Y aunque es más lo que viaja que lo que pinta, porque visita con frecuencia a sus hijos que están fuera, cuando desliza su pequeño pincel es un momento de gozo.
"Lo hago porque es un placer para mí pintar, no hay mayor satisfacción que la autorrealización. Me siento realizada como artista, es un complemento de mi vida. Yo quise dedicarme al arte, quise estudiar pintura, escultura, y lo hice", enfatiza quien es egresada de la Escuela de Artes Plásticas de la UAS.
Polimaría ha incursionado en casi todas las técnicas, y no tiene un género que defina su obra, sólo que es rica en color.
"Me gusta la belleza, me gusta pintar todo lo que sea bonito en armonía de color, en figura", señala.
Además su obra es colorida y bella porque sigue el pensamiento de Renoir, quien se negaba a pintar cosas feas y tristes porque afirmaba que de por sí la vida estaba llena de ellas.



Más difusión


Polimaría menciona que después del trabajo que hizo Teresa de Labastida en la cultura, la sociedad sinaloense se ha adentrado más en el conocimiento del arte, pero que aún falta mucho por hacer en la tarea de difusión..
La pintora se pronunció porque el arte sea una área obligatoria desde la primaria.
"Si tomamos en cuenta que el arte nos hace más humanos de lo que somos, debería ser algo obligatorio. Nos haría más espiritual, menos violentos, si hubiera más arte, no hablo de pintura, arte en general, pero bien encauzado", indica.
"Sí es arte cantar los corridos, porque es una composición de alguien, pero ve el mensaje que dan..., entonces la buena aplicación del arte como tal para hacer crecer espiritualmente al ser humano es lo que haría el cambio, y que hubiera más difusión. Que vean la importancia que tiene para humanizar", asegura.

Para algunas instituciones, el arte es negocio, dijo, cuando deberían de acercarlo a todas las clases sociales, y no nada más a la que puede pagarlo.

Y es ese placer, ese gozo que vive con cada pincelada lo que la lleva a motivar a otros a vivir como ella alguna manifestación artística, para enriquecer el alma y ser grande de espíritu.
"Recordemos que nos debemos dar un tiempo ya sea para contemplar o para crear arte, porque eso nos daría un cierto grado de paz, es un paso para tener paz humana", indica.



PARA SABER

Polimaría Ojeda Esquivel nació en Culiacán Sinaloa.

Estudió Enfermería y Artes Plásticas en la UAS.

Domina arias técnicas de la pintura.

Le gusta pintar la belleza humana, sobre todo a la mujer, y a los caballos.

Admira a Renoir y a Matiz.