Estreno la OSSLA la ‘Cumbia 50’ y celebra aniversario del Isic
El maestro Samuel Murillo, dirige el estreno de su obra, en un concierto con la presencia de las compañías artísticas
Con el estreno de la composición “Cumbia 50”, de Samuel Murillo, dedicada a los 50 años de trabajo del Instituto Sinaloense de Cultura en la promoción y difusión de la cultura entre los sinaloenses, la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes se unió a los festejos por el 50 años de su fundación.
En el segundo concierto conmemorativo, el autor dijo que la pieza es más compleja que otras cumbias anteriores, y destaca el virtuosismo de toda la Orquesta en principio, pero además pone de manifiesto la calidad de cada una de las secciones, como una alegoría de todo el trabajo que realiza la institución, en la que el corazón es el ritmo de la cumbia, y es un obsequio que hizo a la institución.
En el Teatro Pablo de Villavicencio, junto con la OSSLA participaron el Taller de Ópera de Sinaloa, el Coro de la Ópera de Sinaloa, la Compañía Danza Joven de Sinaloa, la Compañía Folclórica Sinaloense y la Compañía de Teatro de Calle.
Al finalizar el concierto, Rodolfo Arriaga, director de Programación, comentó que este no es el fin de los festejos pues aún quedan algunos eventos por realizar, y felicitó a las compañías, asegurando que no tienen que pedirle nada a ninguna otra del país o del mundo, todos estuvieron a la altura, y felicitó a Samuel Murillo por su estreno.
El programa abrió, como en su primera edición hace tres semanas, con el bellísimo vals Alejandra, del mazatleco Enrique Mora, con el coro y la compañía folclórica, seguida del chotís Brisas de Mocorito, de Alberto Alvarado, esta también con danza.
Luego entrar a escena el tenor José Manuel Chú para cantar La ley del monte, de José Ángel Espinoza “Ferrusquilla” y seguir con la bella alegoría dancística de la Compañía de Olimpia Chávez con el fondo musical de Huapango, de José Pablo Moncayo.
La mezzosoprano Oralia Castro cantó Los laureles, de Pedro Galindo Galarza, seguida de un Popurrí de palomas, con dos temas de Tomás Méndez en homenaje a la gran cantante rosarense, Lola Beltrán, como son Paloma negra y Cucurrucú, Paloma, y los miembros del Taller de Ópera cantaron Cien años, y su director Chú Reyes siguió El sauce y la palma, de Luis Pérez Meza; y juntos cerraron con Yo no fui, de Consuelo Velázquez, en uno de los momentos más guapachosos.
Siguió la ya conocida y exitosa Cumbia Mestiza, compuesta por el músico culichi Samuel Murillo, y acompañada de una coreografía de la Compañía Danza Joven, para seguir con el esperado estreno mundial de la nueva Cumbia 50, en homenaje al 50 Aniversario de Difocur-Isic.
Luego siguió con un popurrí de Sones de Sinaloa con arreglos de Tony Taño, con sones de tambora bailados por los integrantes de la Folclórica, en un jubiloso espectáculo, entre ellas El toro viejo, El palo verde y La cuichi, para cerrar, como era de esperarse, con El Sinaloense, de Severiano Briseño, con todas las compañías cantando, bailando, incluidos los de Teatro de Calle en zancos, y bailarines incluso en los pasillos.