Experimentan con el canto ‘La vida en rosa’

Héctor Guardado
11 octubre 2020

"La sutileza de la canción francesa inunda la Casa Haas en emotivo concierto"

MAZATLÁN._ Una atmósfera exquisita se construyó con sonidos en la Casa Haas con el Concierto arias y canción francesa, armado, conceptualizado y dirigido por Enrique Patrón de Rueda e interpretado por cuatro de sus alumnos del taller de ópera de Mazatlán que lleva el nombre del maestro.

Las voces se entretejieron con los murmullos que los instrumentos emitieron, la delicadeza sonora fue el elemento que estuvo presente en ese espacio de tiempo que se despegó de realidad para crear, gracias a las sonoridades de las voces e instrumentos, un estado de ensoñación.

La chanson francesa ha evolucionado desde el Siglo XV, actualizándose a los gustos de las personas de cada momento histórico, lo que nunca ha perdido en este largo periplo temporal es su entrañable lazo con la gente, con el pueblo, para expresar su sentir y comunicarse estrechamente, emotivamente.

Patrón de Rueda construyó un programa afectuoso e íntimo de canciones francesas de principios y mediados del Siglo 20 y arias de ópera de compositores nacidos en Francia.

El escenario recreó el foro de un elegante cabaret parisino, cortinas y rosas blancas frente a las que se colocó un piano de cola y sillas venecianas doradas. El pianista que acompañó en todas las piezas a los cantantes fue Juan Pablo García y participaron en un par de obras la cellista Citlali Cisneros y el violinista Víctor Osuna.

La primera parte del concierto fue dedicada plenamente a la Chanson francesa popular creada por grandes autores como R. Hahn , Fure, Poulenc, Iberty Massenet.

La segunda parte fueron arias de ópera de compositores galos: Gounod, Massente y Offenbach, el paquete completo fue “delicatesen” como el foie gras.

La belleza materializada en el escenario

La soprano Rebeca de Rueda apareció en el escenario co egress bordado en centelleante canutillo, su belleza serena fue la imagen idónea para redondear visualmente lo que los oídos escucharon Tres piezas del compositor Reynaldo Hahn, las letras de amor dolido o correspondido se tatúan en la música generando una emoción entrañable, profunda evocadora de los estados de enamoramiento, A Chloris fue la más sentida de las tres.

Del mismo autor el tenor Eduardo Tapia cantó Nocturne.

Daniela Cortés ofreció la más apasionada interpretación noche con su versión de Je ne t´aime que Kurt Weil escribió en francés en el Pais del Champagne y la Torre Eiffel, la espléndida voz de la mezzosoprano le arrancó el corazón al auditorio.

Rebeca de Rueda regresó al escenario para bordar su voz una pieza con una línea melódica evocadora, nostálgica que arrancó suspiros, Les chemins de l'amour de Francis Poulenc.

De la serie de Canciones de Don Quijote de Jacques Ibert el barítono Miguel Valenzuela interpretó la Chanson de la mort para después ser acompañado por el chelo y el piano en la apaciguada y dolorosa Elegie de Massenet.

Arias de ópera

La dramática sección de arias de óperas de compositores franceses arrancó con el aria Faites-Lui mes aveux, de Faust de Gounod, su voz clara y contundente, es un espectáculo ser testigo de como la emite con una técnica cada vez más sólida en la que gana sus posibilidades de expresión.

El dueto Adieu notre petite table de la ópera de Manon de Massenet fue abordado por Rebeca de Rueda y Eduardo Tapia.

Stephane el criado de Romeo espera pacientemente a su señor fuera de la casa de Los Capuletos mientras reflexiona sobre los buitres que viven en esa casa y amenazan el amor de Romeo y Julieta, una aria compleja que Daniela Cortés resolvió con profesionalismo.

La belleza del escenario y de Rebeca de Rueda fueron el marco en el que la soprano y la mezzosoprano Daniela Cortés cantaron el seductor dueto La Barcarola de la ópera Los cuentos de Hoffmann de Jackes Offenba.

El broche de esmeraldas con el que se cerró la ensoñadora velada fue una versión de La vida en rosa, de Edith Piaf intepretada por chelo, violín y piano a cuatro voces, con el que la vida se convirtió en color de rosa por un momento, a través de los oídos que se dejaron abrazar por la emoción de que todo a su alrededor está bien, de color de rosa.

Participaron cantantes del Taller de Ópera de Enrique Patrón de Rueda

Rebeca de Rueda

Daniela Cortés

José Muiguel Valenzuela

Eduardo Tapia

Músicos

Juan Pablo García (piano)

Citlali Cisneros (chelo)

Víctor Osuna (violín)