EXPRESIONES DE LA CIUDAD: Vestigios del pasado

Julio Bernal
12 agosto 2020

"Iletrados. Eso dijo que eran. Entonces me vi en el espejo de mi propia mismidad intelectual, y concluí que reflejaba similar perplejidad a la de aquellos estudiantes de medicina"

Iletrados. Eso dijo que eran. Entonces me vi en el espejo de mi propia mismidad intelectual, y concluí que reflejaba similar perplejidad a la de aquellos estudiantes de medicina, quienes aún no terminaban de dar crédito a lo sucedido, cuando el doctor Jaime Rochín González abandonó el aula, y yo tras él, después de que el galeno les impartiera una clase de no recuerdo qué, excepto que se las dio en lengua extrajera. Yo no tengo la culpa de que ellos no sepan hablar francés, dijo.

Era brillante. Era un intelectual impecable. Era divertidísimo. Era generoso. Era muy creativo. Y autor del más fabuloso poema conocido, entre todas las odas inspiradas en Lupita, la novia de Culiacán.

Con una paciencia de agradecer permaneció a mi lado aquella vez de enero de 1991, en la capital del país, mientras yo saludaba y hacía una entrevista a la paisana Amparo Ochoa, pero no de viva presencia, sino por teléfono; y ni se piense que por celular, porque todavía no se veían esos aparatos y faltaban varios años para que los Star Tac se hicieran populares. Y ni siquiera de un teléfono fijo, sino de uno público, que se volvieron gratis después del terremoto de 1985, pero regulados para hablar solamente por tres minutos, de modo que a Amparito tuve que marcarle por seis ocasiones.

Estaba al rojo vivo el conflicto entre EU y el Golfo Pérsico, incluida la paranoia de Erica Vexler, la corresponsal que desde Tel-Aviv dijo a Jacobo Zabludovsky que había estallado una bomba nuclear.

Medio mundo traía el ¡Jesús! en la boca, así que para estar a tono con la situación, fue menester preguntar a varios lo que pensaban ante la posibilidad de otra guerra. Y fue Amparo Ochoa la que dijo que había que salir a la calle para exclamar por la paz mundial. "La situación en el Golfo Pérsico es una cosa que lo llena a uno de mucha angustia", expresó la intérprete de folklor y canto nuevo.

Lo que pasa en el Golfo Pérsico "es un cáncer que tiene que repercutir en la humanidad y ha de llegar el día en que México resienta los estragos de esta guerra", opinó Alicia Montaño. "Si Saddam Hussein es un fanático musulmán que mata por religión, George Bush ha demostrado ser un belicista intransigente", estableció la literata Rosa María Peraza. "Ojalá hubiera bombas de poesía para lanzarlas al mundo", determinó Rosy Palau, al calor de la presentación de su libro Territorio Indeciso.

Eran días de 1991 en que se reconocía la brillantez cínica y erudita de Melchor Inzunza, el columnista de El Diario de Sinaloa que se unió a las voces de sus compinches, Martín Amaral y Sigfrido Bañuelos, para decir que en Sinaloa había más poetas que poemas. Y sin embargo, florecían los trigales.

¡Ay, qué horror, es una infamia ésa!, exclamó la actriz Inga Pawells. Y hubo más quejas respecto al Golfo Pérsico, recopilación de opiniones que se logró a través de llamadas telefónicas, algunas desde el domicilio de quien esto escribe, y otras desde cabinas públicas, que entonces solían ser utilizadas con mucha frecuencia, porque, como ya se dijo, aún los celulares no hacían su aparición masiva; y cuando años después se hicieron populares y más asequibles, de todos modos no era bien visto traer el celular en una mano, y con la otra bien agarrado del tubo del camión urbano, para no caerse.

Aquí hay nostalgia y suma de ausencias, porque ya no están Jaime Rochín, Amparo Ochoa, Rosa María Peraza y Martín Amaral. Luego de 30 años aquí seguimos, retando al Covid y viendo de reojo esas casetas telefónicas, vestigios del pasado. Y punto. Comentarios: contacto@al100xsinaloa.com