FACTOR HUMANO: Elevar la conciencia, tomar acción

Paúl Chávez
04 abril 2020

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El desafío presente requiere elevar nuestro nivel de conciencia y tomar acciones solidarias para ser parte de la solución, si no seguiremos dentro de la burbuja agrandando los problemas.

Los saltos de conciencia se dan cuando te das cuenta de lo que no te dabas cuenta, como si te subieras a un helicóptero viendo en perspectiva. Ahí se abren horizontes.

Hacernos responsables

Importa mucho hacernos responsables de nosotros mismos. Nos empoderamos cuando tomamos conciencia de la trascendencia insospechada que tenemos. Pero no lo creemos porque inconscientemente vivimos dentro de la burbuja dándole más poder a lo negativo, reduciendo la realidad de acuerdo a lo que somos y queremos y no como es en sí misma.

 El orden social

Decía San Agustín que el orden social se perturba cuando la gente se preocupa más de sus derechos que de sus deberes. Y añadimos, cuando pervertimos el orden natural de la caridad y de las cosas.

La naturaleza se está desintoxicando. Ordenemos nuestra vida, limpiemos la mente, sometamos lo que nos perturba, saboreemos lo sencillo y pequeño, disfrutemos la compañía o la soledad sintiendo muy cerca a quienes están lejos. Es decir: vivamos interiormente.

La auténtica vida

La vida de la mente agitada llena de cosas y acciones, sin conciencia, es una ilusión. Y no bromeo. Ahora la tempestad amenaza otra burbuja: el sustento diario, la salud, la vida, la familia, esa paz sustentada en bienes, esos proyectos, viajes, lo que sostenía nuestra vida, amenazándola con romperla como pompas de jabón.

Exigimos que nos salven con una vacuna ¿Y quién nos salva de nosotros mismos? perdidos en la mente, sin darnos cuenta. Si sales botando de tu casa estás descubriendo que no es sencillo vivir contigo mismo o con ya sabes quién.

La gran oportunidad

Esta tempestad provocada por un bicho nos brinda una MAGNIFICA oportunidad ¿cuál? La de elevar nuestro nivel de conciencia y la de unirnos. Saquémosle provecho para despertar individualmente y como sociedad.

Antes creía que el mundo por fin se uniría cuando nos atacaran los marcianos al tener un enemigo común. Ahora lo tenemos, un bicho invisible nos amenaza sin terminar de unirnos nacional y mundialmente porque otro virus afectó desde hace mucho nuestra mente inadvertidamente: la inconsciencia.

 El poder es para servir

 Unos siguen sacando partido de los errores de los contrarios. Otros se creen más listos escalando puestos públicos olvidando para qué fueron elegidos, buscan perpetuarse en el poder manipulando como si el pueblo fuese tonto.

 Muchos no saben para qué sirve el poder realmente. Éste trastorna más que el dinero al ser más escaso y empiezan a sentirse dueños de lo que no son. Entre más alto más transparente se vuelve un individuo de tal modo que no puede ocultarse. Mentir y no actuar oportunamente cuesta muchas vidas.

Todo lo que produce odio y resentimiento social agrava y nos divide. Las constantes luchas de poder nos han roto por siglos creando muerte y miseria, así perdimos un enorme territorio y nos invadieron mientras nos peleábamos. Llevamos décadas con crímenes, que vergüenza, marzo fue el culmen histórico. Nos acostumbramos a la barbarie.

Las marchas, las revoluciones, no resuelven nada, otros las aprovechan. La política apesta y eso ha alejado a la sociedad a participar, a muchos políticos les conviene tenernos lejos. Seguimos repitiendo viejos vicios sin aprender a hacer política con conciencia solidaria.

Todos ven lo que eres, no lo que aparentas

Muchos no advierten la manipulación y siguen confiando en falsos profetas. Confía en los hechos no en palabras.

Desde la burbuja exigimos sin proponer; atacamos a quienes no piensan como nosotros. Muchos no ven las cosas tal y como son porque no encajan en su ideología, en sus proyectos o porque no les gustan. Entendamos, es ingenuo esperar a que alguien nos salve, sálvate tú, salva a los tuyos y cuida a tus vecinos. El bien de todos nos beneficia.

Se gastan toneladas de papel, de tiempo aire, en editoriales, criticando, agrandando los problemas. Mientras más inmersos estemos en los problemas menos podemos resolverlos. Salgámonos de esa burbuja asfixiante, reenviemos cosas valiosas. Sé la solución.

Sal de lo mismo

Si no, tendrás frustración, enojo, miedo, perdiendo la paz, bajando las defensas tan necesarias. Libraremos las tormentas como los marineros ola por ola. Toma acción desde tu sitio en casa o en la calle por necesidad cuidándote, sumemos. Querer a los demás empodera mucho.

En Culiacán, en un templo católico la gente va a regalar magnamente a los necesitados y estos acuden a tomar lo que necesitan, un magnífico gesto de confianza en los demás.

Empresarios han tomado providencias para aminorar las crisis. Muchos se esfuerzan en sus puestos arriesgándose severamente. Las diatribas desgastan. Actuemos solidariamente en lo que nos une, nos salva y nos mejora.

 paulchavz@gmail.com