Honran espíritu patriótico de Gustavo Garmendia

Elizabeth Gámez
14 noviembre 2015

"Semblanza, poemas y sonetos dedican familiares del Teniente Coronel, que perdiera la vida durante la toma de Culiacán"

CULIACÁN._ ¿Quién fue Gustavo Garmendia Villafañe? Qué méritos se le atribuyen para que el mercado ícono de esta ciudad lleve su nombre y que a nivel nacional existan calles y avenidas que lo recuerdan? En la respuesta a estas y otras interrogantes se enalteció el espíritu patriótico del Teniente Coronel que entregó su vida a una causa constitucionalista. 

En el homenaje a Garmendia, organizado por el Archivo Histórico, Instituto Sinaloense de Cultura, La Crónica de Culiacán y Sinaloa y la Asociación de Historiadores, y encabezado por su familia, destacando entre ellos Irma Garmendia Bazúa, se escucharon una semblanza, poema y soneto dedicados a quien a escasos 30 años entregó su vida a la patria defendiendo sus ideales. 

Gilberto López Alanís, director del Archivo Histórico, comentó que ya existía una estampilla, un billete de lotería con su nombre, se instituyó el Día del Estado Mayor Presidencial en su honor, por lo que en Culiacán no podía faltar un tributo a este valiente revolucionario. 

Irma Beatriz Valencia Garmendia en la semblanza recordó que Garmendia fue el décimo hijo de Demetrio Garmendia Barroso y Virginia Villafañe Bolaños, que nació en Oaxaca, un agosto de 1883. 

"A sus escasos 30 años entregó su vida a la patria defendiendo sus ideales, y plasmando en la memoria de la historia de México una huella indeleble de lealtad y servicio. Tierras sinaloenses fueron testigos de la tragedia al ver extinguir su luz de forma por demás heroica", comentó. 

En este 2013, añadió, se cumple el centenario de la decena trágica y de la toma de Culiacán, acontecimientos donde Garmendia demostró su vocación al servicio de la República. 

Dijo que en los festejos del centenario del Ejército Mexicano, el poder ejecutivo, representado por Enrique Peña Nieto y el Estado Mayor Presidencial que preside el General Roberto Francisco Medina Moreno, instituyeron el Día del Estado Mayor Presidencial el 18 de febrero de 2013 como homenaje a dos figuras emblemáticas: los capitanes Gustavo Garmendia Villafañe y Federico Montes Alanís. Ese día se develó una placa conmemorativa de los 100 años de lealtad institucional acompañados de la develación de los bustos de ambos capitanes. 

La decena trágica ocurrió del 9 al 18 de febrero de 1813, pasaje en el que Garmendia defendió al Presidente Francisco I. Madero cuando elementos del 29 Batallón de Infantería intentaron detenerlo. 

Y cuando Madero fue traicionado por Victoriano Huerta, a Garmendia se le daba por muerto, pero apareció en la frontera de Sonora ofreciendo sus servicios a la Revolución y jurando vengar el agravio hecho al Presidente. 

Incorporado como Teniente Coronel, a las órdenes del general Álvaro Obregón participó en la toma de Culiacán el 12 de noviembre de 1913. A las 9 de la mañana enfrentó una lucha encarnizada ante los federales, ahí cayó herido de un disparo en la arteria femoral de la pierna izquierda, y le sobrevino la muerte cuando estaba en la casa hacienda de don Manuel Clouthier, cerca del río. 

Su cadáver, relató Valencia Garmendia, fue llevado al cuartel general y a la mañana siguiente fue sepultado en Navolato con honores. 

En diciembre de 1916 sus restos fueron trasladados a la Ciudad de México por órdenes de Venustiano Carranza, y enterrados en el Panteón Francés, donde fue homenajeado el 18 de febrero de este año como el Apóstol de la Democracia. 

Tras la lectura de un poema por Fernando Valencia Garmendia, de la autoría de su mamá, Irma Garmendia Bazúa, el historiador Agustín Jaime dijo que Garmendia Villafañe no ha sido lo suficientemente homenajeado, reconocido y respetado, y que le sorprende lo escuchado en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario, pero que le impresionó aún más saber que se instituyó en honor de este Teniente el Día del Estado Mayor Presidencial. 

Garmendia Bazúa, también cronista de Eldorado, dijo que tras la sangre regada de quien fuera su tío abuelo hace 100 años, aún hay mucha huella. 

Dijo que como familia lo que tienen de quien alcanzó el grado de Capitán Primero no es la valentía, pero en lo particular es atrevida, audaz, le gusta estudiar, aprender, es alegre y con sentido del humor un poco negro cuando debe de ser. 

Su hermano Emilio reconoció que fue hace poco que se empezó a interesar en la historia de su tío abuelo, genética a la que no puede permanecer ajeno, y a quien la noche del martes dedicó un sentido soneto, titulado El Centauro del Noroeste.

CELEBRACIÓN
El homenaje a Gustavo Garmendia Villafañe fue organizado por el Archivo Histórico, el Seminario Cultural Politécnico, Isic y la Crónica de Culiacán y de Sinaloa.