Hornos de tierra, el origen del sabor

Nelly Sánchez
16 noviembre 2015

"Este utensilio artesanal conserva mejor las propiedades de los alimentos, además tendrás un importante ahorro de energía"

Utilizar un horno de tierra, tiene similitudes y ventajas sobre uno convencional. Se puede cocinar cualquier cosa, con la diferencia de que el calor de la leña le da otra sazón. 

Karina Soltero, promotora de la biotecnología, quien hace este tipo de hornos, explica que el diseño consiste en una bóveda hecha con tierra que en muchas culturas existe, aunque con el tiempo la construcción con concreto empezó a desplazar la tierra. 

"Tenemos como 70 años usando concreto y se cree que la tierra es de menos calidad, cuando toda la vida la gente ha vivido en casas de tierra y sus hornos y cocinas de todo eran de tierra. La idea ahora es retomar algo que en pueblos y comunidades rurales se ha perdido". 

En Sinaloa, dice, hay muchos lugares en los que se usa este tipo de horno y la gente busca el pan artesanal. 

"Es muy práctico, no necesitas gas, es de leña, y si lo haces bien, porque tampoco es muy grande y se usa poca leña", explicó. 

"Para que caliente muy bien, debe tener materiales refractarios que concentran el calor, que lo guarden e irradien bastante, aunque la tierra lo hace, se le agrega un extra, una base de cristales, vidrio quebrado y sal, eso hace que el horno tenga más concentrado de calor". 

Aunque se venden, los vidrios refractarios son muy caros, pero para el horno que se hace en los talleres que imparte Soltero, no se necesita. 

Los hornos están hechos de ladrillo cocido, que dan forma a la bóveda, y se van pegando con la mezcla de tierra. 

"Se utiliza tierra de barro, tierra arcillosa y tierra viva, que está abajo de los árboles; la mezclo, se agrega agua, y vamos directo,queda bien". 

Aunque se pueden hacer al interior de la vivienda, los hornos los hacen casi siempre en el patio, sobre una base de madera, piedra, cemento o ladrillo, y se les agrega una chimenea. Además se les pone un techo, porque las lluvias lo pueden maltratar. 

Esta técnica, explicó, la perfeccionó con ayuda del chef Pablo Costa, argentino, que vive en La Paz, y aprendió con los indios de su país. 

"El alma del horno es el ladrillo cocido que se remoja, se va colocando, se le da forma y se pega con el barro en lugar de cemento". 

Preferir un horno de tierra a uno convencional, dice, es porque se cocina de forma más orgánica y natural. 

"Es muy distinto cocinar en un horno de leña, hay que aprender a medir el calor, yo les doy un manual, y con un termómetro aprenden a medir la temperatura. Cocinar aquí, creo que tiene más amor", considera. 

"Es leña, es tierra, hay cierta energía, todo eso junto es como un evento y recobrar una tradición".

TALLERES
Se puede hacer un horno de manera colectiva a través de un taller. El dueño de la casa donde se hará, pone los materiales. Quienes se inscriben pagan una cuota de 500 pesos y ayudan a hacer el horno. 

También se hacen con contrato, a un costo de 4 mil 500 pesos, incluido todo el material, excepto la base. 

EN CUALQUIER ESPACIO
En cualquier lugar puedes tener un horno de tierra, mucha gente piensa en su casa de campo o su terreno, pero también lo puedes hacer en casa, pues mide un metro.

A COCINAR
En el horno de tierra se puede cocinar pan, pizza, verduras, cochinita, conejo, lechón y cualquier cosa, como en un horno convencional.

ENTÉRATE
En el horno de barro los alimentos conservan sus nu-trientes como vitaminas y minerales, se guarda todo el sabor original del producto, conserva sus jugos, se reduce la cantidad de grasa y el uso de muchos condimentos.

INFORMES
Para información sobre los próximos talleres de construcción de horno, se pueden comunicar con Karina Soltero al teléfono 6674752315, o en su Facebook karina.soltero.