Iluminan con su voz la Casa Haas
"Cuatro cantantes de ópera ofrecen concierto ‘Canciones e historias’"
Cuatro voces de jóvenes cantantes premiados cautivaron los oídos en el recital dirigido por Enrique Patrón de Rueda la noche del miércoles en la Casa Haas, en donde se presentó el recital “Canciones e historias”.
Graciela Morales ganó el Concurso Sinaloa 2016, Jorge Ruvalcaba el Premio Coppel 2016, Rebeca de Rueda el Sinaloa hace cuatro años y Mario Rojas se perfila como una de las voces mexicanas que brillará en el mundo, tiene solamente 23 años y este verano obtiene el título de cantante en el Conservatorio de San Francisco, Estados unidos.
El privilegio de escuchar juntas estas voces premiadases porque tres de los cuatro cantantes (Graciela, Jorge y Mario) son parte del elenco que va a interpretar el 13 de noviembre la ópera La Bohemia en el Teatro de Bellas Artes de la Ciudad de México.
Vinieron a Mazatlán para afinar sus papeles con el maestro Enrique Patrón de Rueda que los invitó a compartir su talento con el público mazatleco.
Por su parte, la soprano Rebeca de Rueda va a interpretar a "Mimí", el personaje femenino principal de esa misma ópera, en el Festival de Ópera de Oaxaca próximamente.
Voz privilegiada
La voz humana cuando emite un sonido equilibrado, cargado de armonía, en pocas palabras bello, puede crear la ilusión de que el que lo escucha perciba el espacio en donde se emite esa voz que se ilumina, es una sensación que se une a un goce pleno que surge de la vibración que se produce en la piel.
Esa mágica emoción creó en el auditorio el tenor Mario Rojas en el recital donde cantó las arias, dueto y cuarteto brillantes de una de las obras maestras creadas por Giacomo Puccini, La Bohemia.
El joven originario de Torreón que ha estudiado en diferentes ocasiones en Mazatlán en el taller de Enrique Patrón y Martha Félix, mostró su voz media sin llamar mucho la atención, correcto; cuando avanzó en el aria “Che gelida manina” y la partitura le exigió escalar en las notas agudas fue cuando el público descubrió la joya de su voz.
Deslumbra la aparente facilidad con la que llega a los agudos y los mantiene brillando y envuelve al auditorio, sólo esa aria hubiera sido suficiente para que el concierto completo hubiera valido la pena.
Su pareja “Mimí” (Rebeca de Rueda), estuvo a la altura, con una voz madura, segura, proyectó con soltura las dificultades técnicas vocales de ese complejo personaje.
La pareja expresa en su canto, especialmente en las dos arias que cantaron “Che gelida manina” y “Ci mi chimano Mimi”, el amor que acaba de surgir entre ambos.
Dirigidos por su maestro
Puccini traduce a notas musicales la ilusión del enamoramiento entre dos humanos, quién lo haya vivido y lo escucha revive esa emoción, la evoca con tristeza si la perdió y la renace en su corazón reconociendo qué es lo que siente frente a su ser amado. Esa es la magia que mantiene viva la llama de la ópera, traduce de manera vívida las emociones humanas.
Patrón de Rueda, además de dirigir, dio las entradas a los cantantes y aceleraro, marcó tiempos más lentos al pianista Sergio Freeman, explicó al público el momento dramático de las arias, duetos y cuartetos interpretados esa noche.
Cuando el barítono Jorge Ruvalcaba se unió al tenor Mario Rojas para interpretar “Mimi e tanto malata”, una escena conmovedora en la que habla de que no puede estar con su amor porque no tiene dinero para curarla, “Mimí” escondida escucha todo. La música envolvió al público en un profundo drama, una suave tristeza transmitida por el sonido de las voces y la música.
En esa parte los agudos de Mario Rojas expresaron su profundo sufrimiento, en las alturas dejaba vibrando el sentimiento y lo lanzaba al público, tiene esa sensibilidad o ha desarrollado la técnica para lograrlo. El piano repitió la dramática frase para que los cantantes volvieran a la voz media.
El cierre
En la segunda parte del programa Jorge Ruvalcaba interpretó “Ideale” de Tosti que le permitió mostrar la riqueza de su voz, su control, su temple para dominar la voz media que le permite lanzarse a los agudos con seguridad.
Rebeca y Mario interpretaron el dueto de la ópereta “El Gato montés”. Graciela Morales, potente y controlada, ofreció “Besos robados”; Mario Rojas subió por encima de un si bemol con aparente facilidad en las florituras que emitió cuando abordó la canción “Despedida” de María Grever.
A Rebeca De Rueda le tocó “Te quiero dijiste” con la que logró notas emitidas suaves, imperceptibles, con un dominio de técnica para lograr sonidos quedos.
Al final los cuatro cantaron “Júrame”, también de María Grever, el público se puso de pie para ofrecer un rabioso aplauso y gritar bravos a los cantantes.